Esta semana, los datos de la Alcaldía de Medellín nos mostraban que en lo que va corrido de este año se han registrado más de 570 asesinatos en la ciudad.
Sin duda, esta es una cifra alarmante para las personas de bien que habitan la bella villa, puesto que genera una percepción de inseguridad importante que en nada ayuda al mandatario local y al desarrollo de nuestro municipio.
Pero no quiero quejarme como en columnas anteriores ni mucho menos endilgarle culpas al alcalde Federico Gutiérrez, que aunque tiene responsabilidad en todo esto, no es el tema de mi columna, pero aprovecho para hacerle el reclamo por su excesivo gasto en publicidad buscando ser el alcalde más popular del país. Alcalde, el dinero público es para invertirlo en los ciudadanos, no en su egolatría y publicidad.
Con la situación que está viviendo esta ciudad, lo invito a usted, querido lector a que recuerde el Instituto Mi Río, aquel que fuera gerenciado por ese gran hombre que es Gerardo Emilio Duque, una persona absolutamente íntegra que siempre se preocupó por los más necesitados y que su bandera fue siempre la de la honestidad. (Lea la columna).
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