2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Penas baratas para los corrompidos

Así pueden calificarse las que les aplican a los corrompidos e indeseables políticos que se tapan de dinero, en contraste con las severas que la justicia –-si se podrá llamar así-– tiene reservada para los menos pudientes.

Robos de una chocolatina en cualquier mercado que se castigan con prisión inmediata en un calabozo inmundo, difieren bastante de aquellos de miles de millones que de la noche a la mañana vuelven multimillonarios a sus responsables.

Con la gabela de que el errado recinto donde purgan “la pena”, es en la generalidad de los casos sus propias residencias, con implícito permiso para abandonarla mientras tengan en su pantorrilla un cinturón dizque de seguridad.

Acaba de pasar todo lo anterior con el ex senador Otto Bula (foto), el mismo que hasta su captura se ganaba $31 millones de pesos, cifra ridícula que le dio por incrementar de manera criminal.

Dos años de  cárcel dicen como gran cosa, 24 meses  que se convertirán en la mitad por “buen comportamiento” y hasta en menos debido a influencias que no faltan en la rama judicial.

Un año de cárcel por cinco, diez o veinte mil millones de pesos mal habidos, resulta un precio bastante cómodo en este insólito país que es Colombia. (EJE XXI).