26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Luto por la muerte de Don Jenaro Pérez, “el señor de las vacas”

Jenaro con su amigo Gabriel Zapata 

Jenaro Pérez con el senador Juan Diego Gómez. 

 

@ColantaOficial @GabrielZapataC @juandiegomezji 

Jenaro Pérez pasó de controlar siete mil empleados, 14 mil socios de Colanta y 23 plantas industriales a ser manejado por dos enfermeras que se turnaban todos los días para acompañar al hombre que transformó el cooperativismo en Colombia y convirtió una quebrada empresa en el emporio lechero más grande de Hispanoamérica. 

Nacido en Entrerríos y familiar de Francisco de Paula Pérez, socio fundador de El Colombiano, Jenaro Pérez Gutiérrez casi se queda como un agricultor más de Antioquia, cuando se vio alcanzado económicamente para continuar sus estudios de bachiller. 

Una beca que le consiguió un familiar lo llevaría trasladarse a Marinilla, de donde salió para prestar su servicio militar y posteriormente entrar a la Universidad Nacional.  

Su pasión por el campo lo llevaría aganarse una beca para la Universidad de North Wales (en Gran Bretaña), donde haría un máster en nutrición animal. 

Al regresar al país, recibió el encargo de Diego Calle Retrepo de ser secretario de agricultura de Antioquia y posteriormente le pidieron que se vinculara a Colanta, una cooperativa lechera que vivía su segunda quiebra consecutiva y que escasamente sobrevivía con la venta de salvado, vacunas y medicinas para el ganado. 

Con lo vivido en Gran Bretaña entendió que el foco de la Cooperativa debía ser la lechería y el complemento la venta de insumos. 

En esos momentos, Proleche, del entonces Sindicato Antioqueño, controlaba todo.  

A la vez que definía el precio de compra de la leche a los campesinos, presionaba al gobierno para que le permitiera fijar el precio final de venta, como también el importar leche en polvo, echarle agua y venderla como leche fresca en toda Colombia. 

Con los 65 lecheros que le creyeron, Jenaro Pérez empezó la cadena completa. Les compraba la leche a los socios, les entregaba insumos y medicinas y posteriormente vendía el producto terminado. Las ganancias de ese entonces, quedaban nuevamente en manos de los socios de la cooperativa. 

La primera venta, de tres mil litros de leche, demostró que Colanta era posible y de ahí en adelante no paró de crecer, mientras que sus rivales, de empresarios paisas (Proleche, Pakita y San Martín) perdían el mercado. 

Amigo de sus amigos, impulsó campañas políticas que posteriormente le ayudarían a bajarle los impuestos a la leche, y a toda la cadena. Gabriel Zapata Correa, Oscar Darío Pérez, Marta Ramírez, Juan Diego Gómez fueron sus hijos más aventajados, y a los que más quiso. 

Aunque también fue candidato en cuerpo propio y fue elegido concejal de Belmira, San Pedro y Medellín, para luego ser Representante a la Cámara.  

En el año 2016, cansado física y mentalmente, dejó la Cooperativa Colanta en manos de Sergio González Villa, su amigo de toda la vida y uno de sus “hijos” preferidos en la empresa. 

En ese momento, el cansancio mental le pasó factura de cobro por los 43 años dedicados a Colanta, donde, si por él fuera, los días serían de 30 horas. 

Este domingo, al lado de Federico, Santiago y su fiel Anita Botero de Pérez, Jenaro dijo adiós y con él se fue el hombre que convirtió una quebraba empresa en la mayor cooperativa lechera de Hispanoamérica, con ventas superiores a los dos billones de pesos anuales. 

El exsenador Gabriel Zapata Correa dijo que “con Jenaro aprendí lo que es amar el cooperativismo, amar a los campesinos que nos entregan toda su producción, y lo más importante la ética, la lealtad incondicional, el respeto a los principios,
Y el respeto al orden y el empuje empresarial”. 

El senador antioqueño Juan Diego Gómez, de Conservadores de Vida, dijo que “me siento muy orgulloso de haber contado con la amistad incondicional de Jenaro. Un gran amigo, serio, y leal. Sabía de política y era coherente. Jenaro nos deja un gran vacío. Sabía que la política era para servirle al país y así actuaba. Jenaro era una persona muy querida. Su vida quedó reflejada en lo que hizo por los campesinos en Colanta. En esta empresa cumplió sus ideales y convirtió sus sueños en una realidad”. (Vea este video de un homenaje a Jenaro Pérez.   https://youtu.be/qDF0sfcY6Co