1 mayo, 2024

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Los Santos Inocentes de Herodes I y de los Herodes de Hoy

Por Enrique Batista

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Se conmemora el “Día de los Santos Inocentes” el 28 de diciembre de cada año; entre los cristianos de Oriente el 29 del mismo mes. Su origen tiene que ver con la llegada de los Reyes Magos o Sabios de Oriente cuando buscaban al nuevo rey soberano de Israel. Ante requerimientos de Herodes I, esos reyes no delataron dónde estaba Jesús recién nacido. Sintiéndose engañado y lleno de temor y mortíferos celos ante un niño que podía acabar con su reinado y su exagerado boato y vida licenciosa ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años. No podía tolerar que estuviese a punto de llegar, según la tradición judía, el Mesías quien sería no sólo el Rey de Israel sino de todas las naciones. La profecía decía que:  «Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones«. Era la estrella profética del rey David, la que habían seguido los Sabios de Oriente o Reyes Magos.

Se relata en el Evangelio de San Mateo el cumplimiento de la profecía y la consumación de tan macabro infanticidio. Ahí está el origen del día de los Santos Inocentes. Recibieron esos santos inocentes su bautismo de sangre.

Hubo varios gobernantes con el nombre de Herodes (que por etimología significa “el dragón del fuego”). Entre ellos, Herodes Antipas (hijo de Herodes I “El Grande”) el mismo que mandó a cortar la cabeza de Juan el Bautista y del episodio con Pilato y la lavada de las manos ante la inocencia de Jesús, y Herodes Agripa I (nieto de Herodes I “El Grande”)  que fue quien martirizó al apóstol Santiago y encarceló a San Pedro.

Herodes I, el de la matanza de los niños inocentes, fue llamado “El Grande” por las inmensas obras físicas que hizo como fueron la renovación del templo de Jerusalén, la construcción de las fortalezas de Herodión y Masada y el puerto de Cesárea Marítima o Cesarea Palestina (todos hoy en ruinas y sitios arqueológicos). Este Herodes siempre se caracterizó por la aniquilación sistemática y violenta de todo a quien considerara su enemigo. Perverso, lujurioso, esquizofrénico paranoide y sanguinario asesinó no sólo a sus enemigos políticos sino también a familiares cercanos. Su crueldad y extravagancias sexuales y los opíparos banquetes llenos de pecaminosa e ilimitada gula eran comportamientos muy contrarios a las creencias y leyes de los judíos, de ahí la impopularidad generalizada que lo cubría.

Se dice que el emperador César Augusto solía afirmar que para este Herodes era más peligroso ser hijo que cerdo porque los judíos no matan y consumen carne de ese animal.

Niños llenos de santa inocencia sacrificados y masacrados sin piedad. En ese entonces sí, pero el día de losSantos Inocentes puede hoy, entre nosotros, en todos los lugares del mundo referirse, independiente de la fe religiosa que se profese, a los millones de niños quienes han sido y son cruelmente asesinados también en su santa inocencia de la mano de otros Herodes a quienes tampoco les ha temblado la mano para segar la vida de tantas inofensivas e inocentes criaturas. Mucho de esos inocentes están muertos en vida por hambre, las enfermedades, el abandono, víctimas de guerras y de desplazamientos forzados o lentamente languideciendo en temible y dolorosa orfandad.

Es muy importante que la conmemoración se haga cerca al día de Navidad para que nos permita a todos recordar que en mitad de la alegría de ese día santo hay niños inocentes a lo largo y ancho de un mundo que no comprenden el porqué a su tierna edad e inocencia sufren, viven en desconsuelo, en la tristeza y en la desesperanza.

Se puede recordar que en su etimología “inocente” e “inocencia”, tienen su origen en el latín y significa de corta edad, no dañino, sin culpa o pecado, que no hace mal, sin mancha, carente de maldad.

Como muchas otras celebraciones religiosas cristianas la del día de los “Santos Inocentes” se remonta a una fiesta pagana de la Edad Media llamada la “Fiesta de los locos” que se llevaba a cabo entre la Navidad y el día de año nuevo. Como con muchas otras fiestas paganas la Iglesia católica  adoptó el 28 de diciembre como día de los Santos Inocentes.

Si Jesús nació en la santa bondad, hay millones de niños que en su santa inocencia sufren. Si Herodes I sanguinario y cruel masacró a todos los niños menores de dos años porque entre ellos, como se anunciaba, estaría el nuevo rey de Israel, hoy en el mundo hay miles de nuevos Herodes, con almas de matarifes, inmensas y llenas de odio que no cabrían en la más grande caldera de infierno, que condenan a los niños a un abandono y muerte cruel. Son hoy millones los niños santos inocentes víctimas de despiadada crueldad.

No es un día sólo para inocentadas inofensivas. No son inocentadas el sufrimiento de niños y niñas. Hay la invitación a esta conmemoración para recordar a los niños mártires de hoy, de los ya muertos y de los millones muertos en vida, de sus madres que sufren ante la martirizante vida de sus inocentes hijos, los que en su inocencia no entienden el porqué de su sacrificio, dolor y tortura. Millones de niños siguen recibiendo a diario su bautismo de sangre.

Entre otras respuestas humanitarias que se han dado en el mundo están  organizaciones internacionales como “Salven a los Niños” (Save the Children, https://www.savethechildren.org.co/) que  en 2019 cumplió 100 años de creada y tiene entre sus fines contribuir a salvar y mejorar la vida de los niños y las niñas que en el mundo están en vulnerabilidad, busca eliminar las barreras  que impiden su supervivencia, su aprendizaje y coadyuvar a su protección. En 1979 en el primer “Año Internacional del Niño” se creó  la organización “Defensa de Niñas y Niños Internacional” (https://defenceforchildren.org/es/) la cual busca asegurar la implementación efectiva de la “Convención sobre los Derechos del Niño” en todo el mundo y lograr que  ellos puedan ejercer y disfrutar plenamente de sus derechos humanos con dignidad  y vivir la  vida en un mundo con sociedades justas y responsables.

Y también está la “UNICEF”, como “Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia”, que es un organismo cuya labor se enfoca en lograr mejorar tanto las políticas estatales como los distintos servicios orientados a la protección de todos los niños, así como su crecimiento en un mundo seguro e inclusivo. (https://bit.ly/2PPRQub).

La muerte de niños en Colombia ocurre en buena proporción por causas prevenibles. La alta cifra de niños y niñas que mueren en Colombia es preocupante. Se ha destacado que: “El 65% de las muertes infantiles ocurren en los primeros 30 días de vida. Cada año, alrededor de 400 niños y niñas mueren por desnutrición y el 70% de las muertes por enfermedad diarreica aguda se concentra en el 50% de los hogares con mayor pobreza multidimensional” (https://bit.ly/2PPcI4G)   De otra parte, entre 2005 a 2014 murieron 15.299 niños y niñas, de ellas, 3.065 por enfermedad diarreica aguda, 8.184 por infecciones respiratoria y 4.050 por desnutrición”. En 2018 hubo en Colombia un aumento del 36% en mortalidad infantil por desnutrición aguda. (https://bit.ly/35sv2XU; https://bit.ly/2PtMwxE).

Niños sufriendo la barbarie de muchos humanos, en esclavizante trabajo infantil, en la prostitución inducida y forzada, lejos de los cuidados de salud prenatal o de la primera infancia, sin acceso a la educación y analfabetos, desnutridos, en la drogadicción, sin acceso a agua potable, desplazados por distintas formas de violencia y soldados en guerras inútiles como todas ellas. Se vive en Colombia una guerra sin piedad. Los niños por más de medio siglo han sido reclutados a la fuerza para formar parte de las guerras que ha vivido el país. Una cifra reciente indica que 16.879 de ellos han hecho parte del conflicto armado (https://bit.ly/2PQm5Rz).  En el pasado de la humanidad han estado como soldados en todas las guerras que no conocen ni entienden, que no han sido, no podían y tampoco pueden ser de ellos.

En estos días santos hay que recordar con San Agustín que: «La inocencia alcanza la dicha de morir por la justicia. Estos niños inocentes son las flores de los mártires y las primeras coronas de la Iglesia católica«. (https://bit.ly/2PpDEsA).

Y también acordarse que los martirizados “Santos Inocentes” abundan y pululan hoy en grado sumo y que no se refieren sólo a las víctimas del sanguinario Herodes I de la Biblia.