1 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Largo y ancho: País de inelegibles

 

Por Rubén Darío Barrientos G. (foto)

rdbarrientos@une.net.co

Tristemente, este país se ha vuelto de inelegibles. Mejor aún, acordes con la realidad nacional, casi nadie queda disponible para ser designado en un cargo de nivel nacional sin que se ciernan los aguaceros de la oposición, los palazos de los malquerientes y los varillazos de los opinadores sesgados. Esa es la pura verdad. Cada que se revela un nombre de un funcionario de alto calado, hacen fila los fanáticos del principio revelador de que “hay que estar en contra de cualquiera que suene” para que se arme el tierrero. Y ahí mismo se enfila el ya conocido coro de los áulicos. El prurito opositor.  

Hace pocos días, asumió Juan José Chaux como viceministro del interior y de inmediato El Espectador manifestó que “una hoja de vida meritoria con un pero mayúsculo: es hijo del excongresista y exgobernador Juan José Chaux Mosquera, salpicado por varios desmovilizados”. ¿Qué significa ello? Delito de sangre. Hace pocos días, se entregó a la Corte el exsenador Antonio Guerra por los sobornos de Odebrecht. Ipso facto, El Espectador (para variar), escribió: “el exsenador es hermano de la actual congresista del Centro Democrático María del Rosario Guerra”. Delito de sangre. De Sergio Araújo Castro, se dijo en los grandes medios que era hijo de Álvaro Araújo Noguera, investigado por parapolítica. Delito de sangre. Cuando Carolina Nader Dangond, fue nombrada directora de Acompañamiento Familiar en el Departamento para la Prosperidad Social, advino la chiva de que Nader era esposa de Daniel García Arizabaleta, exdirector del Invías. Delito de sangre. (Lea la columna).