Por Nacho
Panoramapolitico.co
El director del Área Metropolitana, Juan David Palacio Cardona, propuso a los actores que son responsables del principal afluente de la Subregión Central de Antioquia, la creación de la Estampilla pro-Río como fuente de financiación para acometer acciones reales para sostener y mantener su cuenca.
Los 10 municipios de la zona de influencia del Río podrán presentar proyectos de acuerdo en ese sentido, al igual que la Gobernación de Antioquia por medio de una ordenanza.
Debido a los cuatro estudios hechos por la Universidad Nacional, desde el 2012 se han identificado 97 puntos críticos en el Río, de los cuales ya han sido intervenidos 47, por lo cual hay 50 puntos críticos que urgen ser intervenidos. Y de esos 50 puntos, seis podrían impactar negativamente la infraestructura del Metro.
Estos seis puntos críticos fueron socializados con las entidades que integran el convenio Nuestro Rio, como son Corantioquia, la Gobernación y las alcaldías del Valle de Aburrá, para lograr una pronta intervención.
Es tal la urgencia de recursos que solo en la jurisdicción de Medellín se necesitan 200.000 millones para resolver problemas.
Esta propuesta está encaminada a que públicamente se conozca que sí se están diseñando o buscando ideas para atender el río.
Sin embargo, Palacio Cardona dijo que su cuenca no ha sido olvidada y en ella el Área Metropolitana ha invertido 73.000 millones desde 2005 en la atención y monitoreo de los puntos críticos del Río Aburrá o Medellín.
Allí están incluidos 3.800 millones de pesos por interventorías, mientras que para estudios se han invertido 4.600 millones de pesos.
Frente a la grave contingencia que recientemente afectó a miles de usuarios del servicio del Metro por la socavación del terreno por donde cruza la línea férrea y por una serie de denuncias por supuestos hechos de corrupción que tienen un trasfondo político, el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Juan David Palacio Cardona, dio la cara, entregó explicaciones y aprovechó para proponer soluciones.
En ese sentido expuso con mucho énfasis su postura en torno a los problemas que se vienen presentando en la estabilidad de los suelos por donde atraviesa las líneas paralelas del Metro de norte a sur del Valle de Aburrá y que corren junto al Río Medellín
Advirtió categóricamente que toda esta zona está siendo fuertemente impacta por el cambio climático en el planeta, que se manifiesta en intensos veranos o en intensos y prolongados inviernos como el que actualmente está azotando a Colombia.
En el caso de este largo invierno, el Río Medellín y su cuenca ha resultado seriamente afectada, lo que se convierte al mismo tiempo en episodios de alto riesgo para la infraestructura del Sistema Masivo de Transporte y también para otros espacios, que se suma a los casos del teñido de sus aguas con el vertimiento de químicos, por los olores y los desbordamientos.
Además, el Río recibe las aguas de 243 cuencas, las cuales también son lesionadas por los efectos cambiantes del clima y por la pésima utilización de los humanos.
Con ese panorama los problemas del Río deben ser atendidos en forma conjunta por los actores que en la región tienen que ver directamente con la vida de este afluente y que son Corantioquia, Cornare por su paso por las subregiones del Oriente y el Nordeste como el río Porce y después El Nechí, EPM, el Metro, los ciudadanos, el sector privado, la Gobernación y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Igualmente, recordó que hace 70 años el Río fue canalizado cuando no existían los inconvenientes por el cambio climático y las presiones del fuerte proceso de urbanización, por lo cual esa infraestructura urge de una permanente tarea de mantenimiento.
Advirtió que por ello en cualquier momento pueden suceder graves episodios de deslizamientos, socavaciones, levantamientos de la red vial o del pavimiento y de la línea del Metro.
La situación es tan vulnerable que confirmó la existencia de 50 puntos críticos a lo largo del Río y que pueden perjudicar al Metro, pero puede haber muchos más, como el recientemente ocurrido y que no había sido detectado.
Palacio Cardona no se quedó solo en enunciar toda la anterior problemática, sino que en rueda de prensa propuso soluciones para enfrentar el tiempo perdido en acciones efectivas que posibiliten amortiguar las afectaciones y que ya fueron argumentadas ante la Junta Metropolitana.
Un aspecto que muy pocos conocen es que por ley las contingencias de alto riesgo deben ser atendidas por los municipios y el departamento, y no por el Área Metropolitana, que invierte en el Rio por disposición de un Acuerdo Metropolitano y su propuesta de la estampilla no está dirigida a que cada municipio trabaje por el Río por su cuenta, sino para la constitución de un gran fondo o bolsa de recursos para acciones integrales y conjuntas de todos los miembros del Convenio.
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