4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¡Gracias maestro!

Por Esteban Jaramillo Osorio.

Javier Giraldo Neira es leyenda. Cabalgó en sus palabras, sus sinónimos, su ritmo vital , sus análisis punzantes y su rígida defensa de la moral y la verdad, durante más de 50 años en su fecunda vida como periodista deportivo.

Con energía planteaba sus pensamientos, con argumentos los defendía, en noches  inolvidables de polémicas encendidas, de mentes calientes que alteraban la cotidianidad de la vida futbolera con otros maestros, algunos fallecidos.

Javier cambio el periodismo de su época. Era sereno, sin brillo, sin alma, pero su irrupción le dio contundencia  a las frases; con pasión informativa tomo distancia del poder, e impulso la crítica directa, sin compromiso.

Cuantos panegíricos, cuantas denuncias documentadas, cuantas arengas de castigo. Era un deleite escucharlo en su “Estadio y multitudes”. Una academia rodante que marco una época para la nueva generación del periodismo deportivo. De esa fuente del saber bebimos muchos. En mi caso, cambió el destino de mi vida. Por ello,  se arruga mi alma con su muerte pero se fortalecen los sentimientos en mi memoria, de alumno agradecido. Seguí sus pasos, tome su estilo, me inspire en su trabajo, aprendí de cada palabra, de cada transmisión, de cada tarde futbolera, de cada editorial por combustible que fuera. (Lea el perfil).