26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿Fajardo cuándo va a confesar sus “pecados mortales” en EPM?

@sergiofajardo @EPMEstamosahi 

Por la Comisión de la Verdad han desfilado casi todos los excabecillas de las Farc, a contar “su” verdad sobre su participación en el conflicto armado, y muchos de ellos han desfilado por la JEP. 

Y hasta alias “Carlos Antonio Lozada” confesó que él dio la orden del crimen del excandidato presidencial Alvaro Gómez Hurtado. 

Hasta Salvatore Mancuso y alias “Jorge 40” comenzaron a cantar ante los tribunales. 

Pero ni estos ejemplos le han servido al candidato presidencial, Sergio Fajardo , para que confiese sus “pecados mortales” en EPM. El se regodea hablando de transparencia y en contra de la corrupción, mirando la pajita en el ojo ajeno, para disimular la viga en el propio. Esa es su gran incoherencia. 

A la repetida frase de Fajardo: “Si no pagamos para llegar no llegamos a robar “, alguien replicó con la siguiente: “Si nos pagan para llegar llegamos para dejar robar”, y agregó, no olviden quiénes han patrocinado y financiado las aspiraciones políticas de Fajardo y cómo les ha pagado de bien.  

Por eso es bueno ayudarle un poquito con la memoria.  

Lo primero que hizo Sergio Fajardo cuando llegó a la alcaldía de Medellín en el año 2004, fue nombrar a Juan Felipe Gaviria (Q.E.P.D) como gerente de EPM, quién había sido miembro de la Junta Directiva de Conconcreto y de Integral, el niño mimado de estas dos empresas. 

Y para armar la moñona, nombró a Federico Restrepo, director de Planeación de Medellín, quién venía de trabajar 23 años en Integral, y por su nuevo cargo asistía a las juntas directivas de EPM. 

Y la cereza del pastel: Posteriormente su sucesor en la Alcaldía, Alonso Salazar, en atención a Fajardo, nombró a Federico Restrepo como gerente de EPM, tal como lo indicó la Revista Semana. 

Recuerden que ambas firmas, Conconcreto e Integral, estuvieron en ley de quiebras y en los gobiernos de Fajardo y Alonso Salazar resucitaron ganándose billonarios contratos, a los que se les hicieron escandalosas adiciones, como los casos de Porce III, Hidroeléctrica Bonyic en Panamá, etc., como se verá más adelante. 

Con Federico Restrepo como gerente de EPM se realizó la apertura de la compra de pliegos para licitar el contrato más importante del Proyecto Hidroituango, y se les hicieron 3 modificaciones relacionadas con condiciones de financiación y modificaciones técnicas, esta última en diciembre 22 de 2011, es decir antecito de irse. 

Es de anotar, que en su momento hubo grandes cuestionamientos al proceso precontractual por falta de transparencia, hasta el punto que hubo tutelas en contra de EPM y un juez suspendió temporalmente el proceso. 

Al final solo quedaron habilitados dos proponentes para participar en la licitación, el consorcio Camargo Correa y Conconcreto Coninsa RH que se la ganó y otro consorcio liderado nada más y nada menos que por Odebrecht. En ese momento decían qué hubiera sido peor: “Que entre el diablo y escoja”. 

Pero falta más, con Integral se contrató la asesoría durante la construcción de Hidroituango por $46.400 millones y según lo informó la Contraloría General de Medellín, a junio de 2016 este contrato ya sumaba $87.552, es decir, adiciones por el 89% y falta ver qué ocurrió en los últimos 2 años. 

Y hay más contratos con Integral, entre ellos uno de asesoría en infraestructura por $4.071 millones. 

¿Dónde está la transparencia que predica Fajardo? ¿Qué tal el conflicto de intereses? ¿Cómo harían para manejar la información privilegiada a la que tenían acceso? Pero toda esta información se le olvidó a Fajardo y ahora viene a hablar de ética…