Por Eduardo Aristizábal Peláez (foto)
Se realiza en estos días el Torneo Fox de futbol en el estadio el Campín de Bogotá, con la participación de Santa Fe, Millonarios, América y Nacional, evento que se está volviendo tradicional e importante para los equipos participantes, pues es un buen fogueo, previo a la realización de la Liga en Colombia.
Esta semana, antes de la iniciación de uno de los compromisos, cuando los jugadores del Atlético Nacional realizaban ya la última etapa de la sesión de calentamiento en las afuera del camerino observamos con mucho sorpresa como uno los reporteros de la empresa patrocinadora se daba el lujo de entrevistar en plena actividad a uno de los jugadores del equipo antioqueño a quien le habían adaptado un micrófono inhalambrico. Yo diría que haciendo show, más que una importante y seria actividad periodística.
El reportero cumplió y muy bien, una orden superior y seguramente quedó feliz con semejante gesta periodística.
A pesar de la actuación del reportero, que rompe cualquier protocolo del futbol profesional, sea partido oficial o amistoso no hubo ningún pronunciamiento, llamado de atención y mucho menos sanción a la persona o a la empresa. (Lea la columna).
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