2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El periodista Germán Jiménez denuncia «infierno laboral» en El Colombiano

@elcolombiano

El periodista de la unidad investigativa del diario El Colombiano, Germán Jiménez Morales (foto), reveló en redes sociales maltrato laboral y problemas de afectación en su salud.

Germán Jiménez Morales, denunció varios casos de maltrato laboral y calificó estas situaciones como «El infierno laboral de El Colombiano».

El periodista expone cinco puntos en los que sostiene  que las siete familias dueñas del periódico saben de maltrato laboral, «por cuenta de un «liderazgo» que viola el derecho a un trabajo digno y en condiciones saludables física y mentalmente. «Cabe destacar que quien actualmente dirige el diario El Colombiano es Marta Ortiz Gómez.

Inicialmente, Jiménez cuestiona el poder de las familias, es decir los dueños, al haber delegado la dirección del medio a un «líder» que avala este tipo de maltrato: «¿Por qué 3 de 7 familias dicen que no pueden hacer nada para enmendar su propio error y cambiar de «líder»?» agrega en la publicación.

Posteriormente, explica que el maltrato por parte de «el líder», sobrepasa las barreras laborales, afirmando que aquel personaje incluso ha realizado malos tratos a miembros de las familias dueñas del medio.

Además, denuncia irregularidades en MinTrabajo y su actuar frente a las denuncias presentadas formalmente: «¿Cómo explicar que más de un año después de presentadas las denuncias, el Mintrabajo no haya realizado ni una sola visita de inspección a El Colombiano, como su propia área de Gestión Humana lo reconfirma? ¿Inmunidad o impunidad?», escribió.

Para finalizar, Jiménez cuestiona al Consejo de Familia de El Colombiano para que escuchen las denuncias y realicen las acciones pertinentes sobre el tema. «En mi propósito de sanar este corazón, me ofrezco de primero. Lo hice en privado y no fui atendido. Ahora lo hago de manera pública. Mi historia clínica, mis sustentadas, ignoradas y reiteradas denuncias (desde julio de 2018) y 13 incapacidades médicas están a sus órdenes».

Las denuncias de Germán Jiménez

Las 7 familias dueñas de El Colombiano saben del maltrato laboral en la Sala de Redacción, por cuenta de un «liderazgo» que viola el derecho a un trabajo digno y en condiciones saludables física y mentalmente. El miedo de los afectados ha impedido, hasta hoy, la explosión de denuncias. Todo es cuestión de tiempo y de carga de enfermedad, por desgracia.
Entonces…
1. ¿Se equivocaron los dueños en su gesto humanitario, al entregarle la batuta a un «líder» cuyo único mérito era haber sido salvado por un milagro del Papa Juan Pablo II y que, para su decepción, ha usado ese poder hasta para martirizar a familiares que le dieron esa oportunidad de dignificar su existencia? Como me lo afirmó un socio, ¿están pagando con sangre y lágrimas la farsa que montaron con una firma cazatalentos para seleccionar a un «líder» que ya todos sabían que estaba ungido?
2. ¿Por qué 3 de 7 familias dicen que no pueden hacer nada para enmendar su propio error y cambiar de «líder»?
3. ¿Si la misma familia, como lo tengo probado en testimonios de socios, ha sentido en carne propia el maltrato del «líder», qué argumento ético, legal y Cristiano justifica que permitan también el maltrato de sus empleados, unos «aporreados» por los que esos mismos socios de la empresa declaran que sufren?
3. ¿Es ético, legal y Cristiano que existan socios para los que la solución del problema, que ellos mismos crearon, sea estimular y bendecir una demanda laboral por parte de uno de los «aporreados» contra su propia empresa y su «líder»?
4. ¿Cómo explicar que más de un año después de presentadas las denuncias, el Mintrabajo no haya realizado ni una sola visita de inspección a El Colombiano, como su propia área de Gestión Humana lo reconfirma? ¿Inmunidad o impunidad?
5. ¿Será que el Consejo de Familia de El Colombiano, en pleno, abre por fin sus puertas para escuchar a los «aporreados», incluyendo a quienes, por miedo, no patean la lonchera de la que comen y a quienes, con voces ahogadas en sus gargantas reclaman el derecho a un trabajo digno y saludable? ¿Será que eso los conmueve, al punto de solucionar su lío familiar?
En mi propósito de sanar este corazón, me ofrezco de primero. Lo hice en privado y no fui atendido. Ahora lo hago de manera pública.
Mi historia clínica, mis sustentadas, ignoradas y reiteradas denuncias (desde julio de 2018) y 13 incapacidades médicas están a sus órdenes, señores del Consejo de Familia. Ya saben cómo ubicarme.
Germán Jiménez Morales, periodista del Área de Investigaciones de El Colombiano.