Yo libero a mis padres de la sensación de que han fallado conmigo.
Yo libero a mis hijos de la necesidad de traer orgullo para mÃ, que puedan escribir sus propios caminos de acuerdo con sus corazones, que susurran todo el tiempo en sus oÃdos…
Yo libero a mi pareja de la obligación de completarme. No me falta nada, aprendo con todos los seres todo el tiempo.
Agradezco a mis abuelos y antepasados que se reunieron para que hoy respire la vida…
Los libero de las fallas del pasado y de los deseos que no cumplieron, conscientes de que hicieron lo mejor que pudieron para resolver sus situaciones dentro de la conciencia que tenÃan en aquel momento…
Yo los honro, los amo y reconozco inocentes…
Yo me desnudo el alma delante de sus ojos, por eso ellos saben que yo no escondo, ni debo nada, más que ser fiel a mà mismo y a mi propia existencia que, caminando con la sabidurÃa del corazón soy consciente de que cumplo mi proyecto de vida, libre de lealtades familiares invisibles y visibles que pueden perturbar mi paz y felicidad, que son mis únicas responsabilidades.
Yo renuncio al papel de salvador, de ser aquel que une o cumple las expectativas de los demás…
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