3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida

Por Luis Carlos Correa Restrepo

¿A QUE HAS APRENDIDO A DECIR NO?

Me he vuelto mejor en decir «NO» a todo, pero particularmente a los compromisos que me hacen dejar mi casa, primero me imagino ¿vale la pena hacer este viaje? ¿Me alegro de haber aceptado y hecho lo que he hecho? Y así soy capaz de imaginar los inconvenientes de las cosas que no me gustan.

-Otra forma de decir «NO» es delegar el manejo de sus citas en la persona de confianza ya que generalmente uno no es capaz de decir NO. Llena tu agenda de citas y así no tendrás tiempo de pensar y sobre todo la otra persona está dando la cara por ti.

-He aprendido a decir no a la negatividad, respirar hondo ayuda, si no tengo nada positivo que decir más bien no digo nada.

-Digo no a culpar, a quejarme y a criticar.

-Aprendí a decir no al fatalista que llevo dentro, si este fatalista gana perdemos la calidad de vida. Hay que enseñarle al maestro a vencer al fatalista.

-Por fin entendí que mi tiempo libre es tan valioso como mi tiempo de trabajo y no lo cambio por nada.

-Lo que me ayuda a decir «NO» a los demás es preguntarme si digo «SÍ» por miedo o porque me siento culpable. Si es así digo un educado NO.

-He aprendido a decir «NO» a cosas y personas -incluidos amigos y familiares- que me quitan energía, no es fácil si te gusta mucho complacer a los demás.

-Lo más fácil y honesto es decir «NO» de entrada. Rechazar una petición cuesta, por eso es tentador mostrarse ambiguo y decir que vamos a consultar a alguien aunque sepamos de antemano que vamos a decir «NO».

-«NO» se decir que no, la verdad es que no sé.

-Y digo que no a casi todo, cada vez me comprometo a menos cosas a corto plazo, aspiro a trabajar con gente con la que pueda trabajar siempre. «NO» tengo tiempo para cosas a corto plazo ni comidas con gente que no volveré a ver.

-Me he dado cuenta de que he tenido que dejar que cierta gente salga de mi vida para no regresar. Todas las relaciones que tengo deben ser voluntarias, hasta la de mi mujer.

La verdad, aún tengo que mejorar en eso de decir NO pero una cosa diré: Cuanto más claro tengo lo que quiero, más fácil me resulta decir NO.

-Decir «SÍ» es muy fácil, Decir «NO» cuesta.

-He aprendido a decir «NO» a las invitaciones, ¡Aunque al final termine aceptándolas!

Estas son respuestas coleccionadas del libro «entrevista» a personajes famosos sobre cada cuanto son capaces de decir NO. Del libro Mentores de Tim Ferriss.