2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

Para el Siglo XXI

No tenemos idea de cómo será el mercado laboral en el 2050. Por lo general, se está de acuerdo en que el aprendizaje automático cambiará todo tipo de trabajo. Hay personas que creen que en algunos años millones de personas serán innecesarias desde el punto de vista económico.

Otros creen que la inteligencia artificial (IA)  creará miles de puestos de trabajo, así que nos encontramos en un momento de incertidumbre, pensando que la IA , como se va a desarrollar, posiblemente nos llevará a un cambio drástico en las reglas de juego. Aprender, analizar, comunicar y por encima de todo la IA está empezando a superar a los humanos en estas capacidades, ya que está aprendiendo la comprensión de las emociones humanas.

También se ha visto que los algoritmos del cerebro humano están lejos de ser perfectos, se basan en el ensayo y error, atajos y circuitos anticuados adaptados a la sabana africana, y no a la jungla urbana. No es extraño incluso que los buenos conductores, banqueros y abogados cometan errores tontos a veces. Eso significa que la IA  puede superar a los humanos, incluso en tareas que por lo general exigen intuición.

La IA es capaz de aprender a tener emociones y deseos como los humanos. En ese momento los ordenadores nos van a desplazar ya que ellos podrán hacer las cosas mejor que nosotros. La IA no solo está a punto de suplantar a los humanos y de superarlos en lo que hasta ahora eran habilidades únicamente humanas.

También posee capacidades exclusivamente no humanas, lo que hace que la diferencia entre una IA  y un trabajador humano sea también de tipo, no solamente de grado. Dos capacidades no humanas importantes de la IA son la conectividad y la capacidad de actualización.

Al menos a corto plazo no es probable que la IA y la robótica acaben con industrias enteras. Los empleos que requieran especialización en una actividad especial se automatizarán, pero será mucho más difícil sustituir a personas por máquinas en tareas menos ordinarias, no obstante a la larga ningún puesto de trabajo se librará por completo de la automatización.

Incluso el arte suele estar asociado a las emociones. Pero si el arte se define por las emociones, ¿qué podría pasar una vez que los algoritmos externos sean capaces de comprender y manipular las emociones de los artistas? De todas las formas del arte la música probablemente sea la más susceptible al análisis de microdatos, porque tanto entradas como salidas se prestan a una caracterización matemática precisa.

En vez de competir con la IA podrían dedicarse a crear nuevos puestos de trabajo tales como el mantenimiento, el uso del control remoto, análisis de datos y seguridad, o sea que para el 2050 el mercado laboral podría estar caracterizado por la cooperación humano-IA  en  vez de la competencia entre las dos.

Sin embargo ningún empleo que quede estará a salvo de las amenazas de la automatización futura, ya que la robótica y el aprendizaje automático continuarán mejorando.

Durante siglos se ha considerado el ajedrez uno de los mayores triunfos de la inteligencia humana, Alpha Zero paso de la ignorancia total a la maestría creativa en tan solo 4 horas sin la ayuda de ningún humano. Hacia el 2050 podría surgir una clase inútil, debida no simplemente a una falta absoluta de trabajo o a una falta de educación, sino también a una resistencia mental insuficiente.

Este es el momento para que comencemos a prepararnos para lo que se nos viene encima y pensemos en serio, porque eso se viene venir a marchas forzadas.

Del libro «21 lecciones para el siglo XXI» de Yuval Noah Harari.