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Por razones de salud, el gran maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal tiene problemas para montar en avión. Pero estos no fueron impedimento para venir a Medellín, como invitado muy especial del Cementerio Museo San Pedro, al traslado de los restos del insuperable escritor antioqueño Don Tomás Carrasquilla a su nuevo mausoleo.
Pero la gran particularidad del acto de este miércoles, indudablemente histórico, es que en el Patio San Pedro, quedó sembrada para el grato recuerdo del mundo de las letras y de los afectos literarios, una gran trilogía de inmensos escritores: Don Tomás Carrasquilla autor de La Marquesa de Yolombó, Frutos de mi Tierra, En la diestra de Dios Padre; Jorge Isaacs, autor de La María y el maestro Geardeazábal, con su inmortal obra Cóndores no entierran todos los días… Estas son sus obras emblemáticas.
Esta cita memorable atrajo a numerosas personas por el motivo de la invitación: Don Tomás Carrasquilla, y la presencia del maestro Gardeazábal, cuyas raíces en esta ciudad son tan profundas que aquí quedarán sus restos por siempre.
El maestro eligió a Medellín como su última morada, luego que el cementerio Libre de Circasia le quedara mal para cumplir su deseo de que fuera sepultado de pies.
El maestro llegó muy temprano y se encontró con muy buenos amigos, como el exmagistrado Guillermo Mejía Mejía; el amigo de siempre, periodista y ameno columnista Oscar Domínguez; Inés Palomino y Adriana muy detallistas con el maestro; el empresario Augusto López Valencia, presidente de la tertulia Punto Cadeneta; la escritora Gloria Montoya y hasta el rector de Unaula, Rodrigo Flórez; el periodista Jairo Léon García Uribe; el exalcalde de Guadalupe, Juan Alejandro Maya y Miguel Arango Isaza, entre otros.
El maestro, acompañado del extraordinario pintor Alfredo Saldarriaga, estuvo muy jovial y alegre, haciendo uso de su humor mordaz, pero muy contento.
Con el mismo ánimo acompañó el acto de Don Tomás Carrasquilla, con don Adolfo Arango y sus hijas, y siempre al lado del escultor de su mausoleo, Jorge Vélez.
El maestro se hizo tomar fotos en su mausoleo, y todos los amigos hicieron lo mismo con el amigo, en medio de un gran ambiente.
Una tarde que el maestro recordará siempre en su corazón, por el afecto y las demostraciones de cariño que recibió, paradójicamente alrededor de su mausoleo que será su última morada en el Cementerio Museo San Petro.
Video Gardeazabal
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