1 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: Azúcar @ElJodario #JuanPaz

 

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

Hay una feroz campaña mundial contra el azúcar, quizás mucho más agresiva y productiva que la que se hizo contra el tabaco porque el cáncer de pulmón no es tan visible como la gordura. Nadie quiere endulzar nada. Las bebidas refrescantes azucaradas las retiran de los colegios. Las gaseosas tratan de sobrevivir ofreciendo variedades sin o con poca azúcar. En menos de una década producir y vender azúcar va a ser uno de los tantos negocios que la humanidad ha ido abandonando.

En Colombia la batalla contra el azúcar tiene, empero, unos agravantes que no por evidentes y dañinos han servido para buscar soluciones a futuro. En Valle del Cauca hay 220 mil hectáreas sembradas de caña y en los Llanos Orientales otras 12 mil. Si las molieran todas para producir azúcar, sobraría exactamente la mitad de la producción o de pronto un poquito más porque las exportaciones de azúcar hace más de 10 años que no aumentan. Hoy en día un gran porcentaje de esa caña (igual a como pasa en el Brasil) se va a producir etanol para combinarlo con gasolina hasta en un 10 % y lo subsidiamos todos los colombianos pagando un precio demasiado alto. Pero como llegó el TLC con los Estados Unidos, están trayendo etanol de maíz a un precio 50% más barato que el colombiano y como dicen que quien lo importa y lo mezcla con la gasolina es el mismo Ecopetrol, está ganando el doble.

Ante un panorama como el que se le viene al azúcar, con los ingenios viendo crecer sus inventarios, con los costos de producción aumentando, y varios ingenios colgados hasta 90 días en sus pagos a proveedores, era para que Asocaña o Procaña estuvieran pagando estudios serios para otear qué van a hacer con por lo menos 110 mil hectáreas que no van a poder volver a sembrar de caña y con los miles de empleos que tendrán que suprimir.