Los increíbles avances tecnológicos que a diario disfruta la humanidad, le son vedados al presidente del Congreso, Ernesto Macías (foto) y a ese gigantesco aparato burocrático que de él depende.
Como les parece que entre los tropiezos que ha tenido la ley estatutaria de la JEP, para llegar al Palacio de Nariño en busca de la firma presidencial, hay uno que causa risa, y es el relacionado con su impresión.
Lean esta candorosa excusa del bachiller Macías: “… estas omisiones según se pudo establecer, obedecieron a un error de formato al momento de imprimir, teniendo en cuenta que los textos de ley requieren un papel con márgenes preestablecidas y gramaje más alto del común, lo que implica que en algunos casos la impresora pueda alterar dicho margen de impresión al momento de ejecutarse la orden”.
Mejor dicho, la suerte del Congreso de Colombia y de lo que de allí pueda salir, está una impresora del siglo pasado, obsoleta y en manos de un pésimo operario.
Sin contar, además, que este último cuenta con la complicidad del mañoso presidente del legislativo dispuesto a lo que sea, con tal de ayudar a “hacer trizas” todo lo que tenga que ver con la paz. (EJE XXI).
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