2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 89 del enchuspado maestro Gardeazábal: Quebremos las reglas @eljodario

Como lo único que tenemos cierto en este momento es que el futuro es incierto, los gobernantes de distintos países andan buscando fórmulas para escampar el aguacero económico que deja el acuartelamiento en primer grado a que obligó el corona virus 19, y proyectando la reanimación más vertiginosa posible de sus estructuras financieras.

Países como Alemania y Francia no vacilaron en aportar sumas muy crecidas para enderezar las empresas o los sectores más aporreados. Ellos tienen plata y oro en sus bóvedas. No tienen que usar el cupo del FMI. Por eso no vacilaron los alemanes en meterla duro por Lufthansa y los franceses, en complicidad con los holandeses a AirFrance/KLM.

Ellos saben, como lo saben España, Italia y Grecia, que el fundamento de la reanimación económica es el turismo del cual han vivido la última década y también lo saben que sin aviones no hay turistas.

En Colombia, como no tenemos plata, como hay un marcado culillo a usar el pequeño cupo de endeudamiento que facilitó el FMI, las medidas a adoptar por nuestra dependiente economía no son tan fáciles de decretar y mucho menos de socializar.

Pero nadie discute que como no tenemos mucho que exportar lo que debemos es recortar las importaciones. Y como buena parte de esas importaciones son de los elementos básicos de la comida que no volvimos a producir desde la apertura económica, cuando cambiamos a 12 millones de campesinos que cultivaban la tierra por 12 grandes importadores de alimentos, la solución para no caer más en el hueco es echar reversa y usar lo que tenemos: la tierra cultivable.

Por supuesto, para lograr los rendimientos en la producción del maíz, el arroz, el trigo y algunos otros se exige financiación, adecuación y modernización de campos y maquinaria. Y para eso se necesita plata, que no la producimos vendiendo  al extranjero solo café, confecciones o flores o explotando a menosprecio el petróleo que empiezan a no usar.

Y así como para lograr que dentro del país la gente compre, se necesita que haya empleo, hay que lograrlo incitando a que vuelvan los trabajadores al campo yendo y viniendo de la ciudad al agro en moto todos los días y, sobre todo, que cambiemos la dieta alimentaria.

De la misma manera se necesita usar lo que tenemos y como lo que tenemos es oro ilegal y cocaína en abundancia, es hora de pensar que, de la misma manera que acabamos de quebrar la regla fiscal, podemos volver a abrir la ventanilla siniestra de López Michelsen y recibir sin rastreo, en el B de la R, los dólares que pagan en billetes, no en giros bancarios.

Por supuesto eso obliga a taparse las narices, a quebrar la falsa moral, a mirar para otro lado y a generar leyes para normalizar activos y volvernos oficialmente lo que todos sabemos que somos, pero que nadie dice porque se enoja el gringo o les quitan la visa.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal