Los mercados que los gobernantes han estado repartiendo han servido para que se conozca la garosidad sin límites de quienes rondan como gallinazos encima de la presa fresca del presupuesto público.
Cuando todavía no se ha resuelto por parte de los entes de control como fue la adquisición de los tales mercaditos por la entidad nacional que maneja los riesgos y que preside el famosísimo popayanejo “Mono González”, estalla en el Concejo de Cali una denuncia documentada cada día con más fuerza sobre el precio pagado por la alcaldía de Cali al contratista que los trasportaría.
Según se ha oído en el cabildo caleño, la repartisiña de esos mercados en la capital del Valle le fue adjudicada a una Unión Temporal Emergencia Covid19-2020 cuyo representante legal es el señor Luis Evelio Alvarez Ortiz quien compitió contra las cotizaciones de las firmas Maq Services y TM de Edward Martínez.
La suma fijada para pagar la llevada del mercado a los habitantes seleccionados fue de $27.820 por cada uno. Por el mismo servicio, muestran los concejales en su denuncia, en Medellín se pagaron $6.077 y en Barranquilla $11.501 lo que, viéndolo bien, hace pensar que habría resultado más barato contratar un taxi que lleva epicentralmente desde el Cam a distintos barrios de Cali por $25.000 por carrera.
El problema sin embargo no es el exagerado precio pactado, es que, según certificación de Cámara de Comercio que exhiben los concejales, el otro cotizante Mag Services tiene como controlante al mismo Luis Evelio Alvarez Ortiz y el certificado del RUES para la tercera firma cotizante, la TM, no aparece hasta el momento en la búsqueda que han hecho.
Cualquiera que hubiese sido el funcionario que adjudicó y firmó ese contrato el hecho es que tanta impudicia ofende y hace muchísimo daño a la imagen de la administración que preside el médico Jorge Iván Ospina.
Y como el Contralor General de la República se abrogó el control preferente de los gastos durante el covid 19 de todos los entes territoriales, el gusano parece que sube pierna arriba y el estallido fiscal resulta inatajable.
Lástima porque ni Cali ni Ospina se merecen ese trato y aunque las responsabilidades se diluyan a la hora de juzgarlas, el estropicio ya se hizo y lo que se viene puede ser peor para todos.
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