9 noviembre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Cosa es de volverse loco: Rodolfo Hernández enloqueció a cuatro precandidatos de experiencia

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Por Pedro Luis Barco Díaz 

Criterio. 

El presidente más viejito que ha tenido Colombia, don José Manuel Marroquín escribió una hilarante poesía, “La Perrilla”, que aún se lee y que empieza así: “Es flaca sobre manera toda humana previsión, pues en más de una ocasión sale lo que no se espera”.

Pues, lo que no se esperaba fue lo que pasó, en el denominado “Debate de la Experiencia”, rebautizado pomposamente como “El Debate de los Pesos Pesados”, realizado por la revista Semana el pasado domingo, entre los precandidatos David Barguil, Juan Carlos Echeverry, Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández, al cual se negó a asistir Alejandro Gaviria.  

Yo creí que íbamos a disfrutar de un espectáculo de inteligencia y brillo, por parte de cuatro aspirantes “pesos pesados” a la presidencia, ya que habían ocupado las alcaldías de Bogotá, de Medellín, el ministerio de Hacienda, y la presidencia del partido Conservador. Pensaba, en cambio, que el exalcalde de Bucaramanga era de una escala mucho menor, algo así como un peso mediano. Pero lo que encontré fue a cuatro precandidatos aferrados al pasado, dedicados a reprochar a Alejandro Gaviria y a denostar amangualados contra Petro. También me llevé tremenda sorpresa al mirar el tremendo banquete que se dio Rodolfo Hernández, con esos, dizque pesos pesados: los neutralizó de entrada y los puso a la defensiva con un discurso de choque, directo, elemental y provocador de curtido demagogo. 

En verdad, los cuatro dizque pesos pesados, Peñalosa, Federico, Barguil y Echeverry, iniciaron con propuestas similares sobre creación de empleo, por lo que Rodolfo Hernández con desparpajo, atendió al cuarteto, diciéndoles: “yo ese discurso lo he escuchado toda la vida…Para que la gente tenga plata primero hay que quitarles la chequera a los ladrones”. Mejor dicho: ¿Cuál experiencia? “Si el país tiene 22 millones de colombianos aguantando hambre, 17 millones viven con dos dólares, 5 millones con 1 dólar. Van a hacer pero nunca hicieron, ¿Dónde está lo que hicieron?” Astilló de cuajo la supuesta experiencia. 

Entonces los cuatro se despelucaron y se dedicaron a defender sus propias gestiones y las de los anteriores gobiernos nacionales, mientras el condenado Rodolfo les sonrió socarronamente hasta cuando se terminó el debate. 

Aunque, hay que decirlo, Fico le respondió con furia: “a mí me respetás” y le sacó en cara que el único de los cinco que tenía próximamente una audiencia por corrupción con la fiscalía era Rodolfo Hernández. Como lo de Rodolfo era socavar el pasado reciente, en el que los cuatros cimentaban su experiencia, les replicó que enseñaban a vivir del fiado: “el recaudo en impuestos anual es de 170 billones y nos gastamos 350,4 millones. Son unos irresponsables. No les alcanza”. 

La vergüenza de la noche le correspondió a Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda mega-super-neoliberal, quien sacó a relucir unas cifras que son capaces de volver trizas los nervios hasta del mismo Supermán y que demuestran el estruendoso fracaso de las políticas neoliberales en nuestro país durante los últimos años. Reveló que Antioquia tiene 125 municipios y solo 4 prósperos, Cundinamarca 116 municipios y solo 6 prósperos, Bolívar tiene 46 y solo uno próspero. “…de 1.120 municipios que tiene el país, solo tiene 49 ricos o prósperos”. ¡El horror de los horrores! ¡La prueba reina del fracaso! 

Además, el experimentado Echeverry no concluyó, como era de esperarse, que el estado de nuestros territorios es desastroso, sino que “este es un país desaprovechado” y sacó de su manga una solución simplista: “Con que nos volquemos sobre los municipios que no están produciendo riqueza, la podemos sacar del estadio”.  ¿Volcarnos sobre 1.071 municipios?  ¿Fácil, no? Facilito. 

Los cuatro precandidatos similares, estuvieron confusos a la hora de debatir sobre salarios y subsidios, sobre todo Barguil y Peñalosa. Rodolfo fue más práctico y les dijo que subsidiaría al campo, que aunque era el más viejito de todos cinco, no era ningún advenedizo en eso de crear empleo, pues tenía una empresa que vendía como un diablo, “en mi empresa el que gana menos, es 1,6 salarios mínimos y no me he quebrado con eso”. 

Lo mejor de la noche fue cuando la presentadora les preguntó si estarían dispuestos a hacer una coalición entre ellos: Peñalosa, Federico, Barguil y Echeverry respondieron que sí. Rodolfo se les rio en la cara y les dijo que no. Había que ver sus rostros. 

Además, cuando la “imparcial” presentadora les preguntó por qué les iba ganando Petro, los cuatro experimentados precandidatos se explayaron diciendo que de ganar nos convertiríamos en Venezuela, que había sido un mal gobernante, que su discurso es de odio, que se quiere comer las pensiones, que sería imposible hablar libremente, y otras bellezas.  

Rodolfo, por su parte, dijo que Petro iba ganado en las encuestas, por los malos gobiernos de los últimos años, porque habían sido malos administradores. Como es posible -dijo- que el presidente Duque se gaste en asuntos de su despacho “4.350 millones de pesos diarios…200 millones de pesos mensuales en mercado en solo la Casa Presidencial de Islas del Rosario. ¿Qué por qué va ganando Petro? Pues por eso”, concluyó. 

Viejo condenado. Para rematar dejó abierta la posibilidad de votar por Petro en una segunda vuelta. ¡Cosa es de volverse loco!