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- El innovador proceso para este medio de transporte le ha permitido al Metro de Medellín un ahorro que impacta positivamente las finanzas de la Empresa.
- Con esto se extiende la vida útil de las llantas y también se contribuye al cuidado del medio ambiente.
- Cada vehículo del Tranvía emplea 12 llantas y, dependiendo de su ubicación, el desgaste se puede dar en 3 meses.
- Antes de comenzar el proceso de reencauche la Empresa realizó pruebas técnicas y de control de calidad con el fin de garantizar la seguridad.
Después de practicar rigurosas pruebas donde se evaluó la tracción, el frenado, el desgaste, la durabilidad y el adecuado comportamiento en todo el trayecto del corredor tranviario, el Metro de Medellín optó en 2017 por reencauchar las llantas de los tranvías.
Desde entonces la Empresa ha optimizado el rendimiento de este insumo. Este cambio en el proceso, teniendo en cuenta que no se realiza para un vehículo convencional, sino para un tranvía, ha representado un ahorro de $1.263 millones durante los últimos 7 años.
El reencauche consiste en retirar de la llanta la banda de rodamiento gastada para reemplazarla por una nueva, esto permite prologar la vida útil sin poner en riesgo la seguridad, ni afectar el funcionamiento adecuado del vehículo tranviario. Para este proceso especializado, el Metro de Medellín cuenta con un proveedor nacional que certifica todo el proceso bajo los más altos estándares de calidad.
Este cambio en el proceso no solo ha aportado al cuidado de las finanzas de la Empresa, sino también al del medio ambiente. Se estima, por ejemplo, que para fabricar una llanta nueva se requieren 83 litros de crudo, en comparación con los 26 litros necesarios en el proceso de reencauche. Esto se traduce en menos residuos y menos recursos naturales.
El reencauche de las llantas del Tranvía es un ejemplo de economía circular en el Metro de Medellín, pues se pasó tener que comprar un promedio de 180 llantas anuales a solo 60, reduciendo además la importación y estimulando la industria nacional con la cual se trabaja para este proceso.
Cada tranvía está compuesto por 6 ejes y para ello se requieren 12 llantas, dependiendo de su ubicación este elemento puede durar entre 3 meses y 3 años, de ahí la importancia de este proceso de optimización y prolongación de la vida útil de esta pieza que es clave para el funcionamiento del vehículo.
El adecuado mantenimiento y los controles operacionales son algunos de los factores que inciden en que el Metro de Medellín pueda implementar esta estrategia de reencauche que permite recorridos confortables y seguros a lo largo de los 4,2 kilómetros que tiene la línea T (Tranvía) que cada día moviliza a un promedio de 60.000 usuarios.
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