7 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Comandante Paraíso, libro histórico de una época para no olvidar

Por Luis Fernando Gil Monsalve 

Historiador U de A, columnista y Gestor Cultural

Comandante Paraíso es la versión más real, y más novelística del traqueto colombiano, digna de ser llevada al cine o convertirse en serie de Netflix. Hay muchos libros sobre narcotraficantes pero ninguno iguala la claridad y visión de esta novela.

Allí está resumida la verdad de un fenómeno que ya se nos está olvidando, pero que nos cambió costumbres y cultura a finales del siglo XX.

Los traquetos fueron juzgados desde la falsa moralidad oligarca que castiga al trepador social. Para ellos inventaron la extradición. Pero condenados u olvidados, nos sumergieron en la cultura traqueta que permeó todo el estado y las aspiraciones populares de enriquecerse fácilmente y sin mucho trabajo.

Por ellos cambiamos la moral del pecado por la moral del dinero, como dice Gardeazábal en esta novela demoníaca. Enrique Londoño, el Comandante Paraíso, es un híbrido. Hijo de un mercachifle judío que va de vereda en vereda vendiendo cachivaches.

De sus ancestros no le queda sino la circuncisión, la habilidad para negociar y un descomunal falo que se convierte en objeto de deseo, placer y poder a lo largo de vívidas descripciones de embestidas sexuales, asesinatos en venganza o por placer y al lector le parece estar acompañando a los diferentes narradores cuando describe los prolíficos valles del Cauca, o las selvas cocaleras colombianas, rememoro la lectura de la obra de José Eustasio Rivera, La vorágine que cumple 100 años de ser publicada este año.

Las grandes novelas cuentan por medio de mentiras la verdad que subyace ante nuestros ojos. Antes que olvidemos cuan novelescos fueron estos personajes, ahí queda Comandante Paraíso para rellenar la historia que no contaron.

Es un libro histórico. Hay que leerlo para sentirse testigo de una época que no deberíamos olvidar.