La habilidad de componer o de apreciar la música es un elemento fundamental de la formación humana y debe ser prioridad formativa en las escuelas.
Es Alejo Durán Maestro y figura cimera de la cultura nacional. Su obra es expresión manifiesta de la gran riqueza musical del país, parte esencial de los cantos que fueron declarados patrimonio de la humanidad. Cumplió el pasado 9 de febrero cien años de haber nacido.
Sabroso venía viajando
bajaba con mi morena
y llegamos a la carretera
allí me dejó llorando.
Así de genial fue el Maestro Alejo Durán. Una estrofa con cortos versos acompañados de los bajos de su pedazo de acordeón. La ¡genialidad de su canto está en que nos pone a viajar con él, a seguirlo en su infortunio, porque un jeep de placas 039 se la llevó. A la vez, como en las buenas narraciones llenas de expectativas, nos deja con la pregunta no respondida sobre qué pasó después. ¿Alguna otra vez volvió a ver a su morena? Regresó a la lancha en la que “sabroso” venía viajando por el río San Jorge y ¿qué pasó después?
También nos deja ver el maestro la genialidad de sus versos cortos en esa estrofa de cuatro, en la que sin pretensión académica alguna, usa tanto la rima consonante (viajando/ llorando) como la asonante (morena/carretera). (Lea la columna).
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