La condena en Francia del expresidente Nicolás Sarkozy (foto) debiera tener en ascuas al también expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos (foto), jefe del gobierno más corrupto en la historia del país.
El hombre está en la lupa de las investigaciones, y bajo el ojo de la ahora “acuciosa” Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.
Vale recordar que el exsenador Bernardo Miguel “Ñoño” Elías, afirmó en una entrevista con Vicky Dávila, que él fue uno de los enlaces para llevar dineros de Odebrecht a la campaña de Santos en el 2.014.
Este personajillo fue condenado por la Corte Suprema de Justicia, en febrero de 2.018, a 6 años y 8 meses de prisión, precisamente por los delitos cometidos en el entramado de los sobornos de la multinacional Odebrecht, a la campaña presidencial.
Y, además, como si fuera poco, el exgerente de la campaña Santos en 2.014, Roberto Prieto, fue condenado también, en mayo de 2.019, a 5 años de prisión por recibir ilícitamente dineros de la constructora multinacional Odebrecht y a pagar una multa de 877 millones de pesos por resarcimiento.
La pena fue impuesta por el Juzgado Sexto Penal del Circuito de Bogotá, tras avalar el preacuerdo logrado entre el procesado y la Fiscalía General de la Nación.
Los delitos por los que se le condenó fueron falsedad en documento, tráfico de influencias e interés indebido en la celebración de contratos.
En Francia un tribunal condenó a Sarkozy a un año de cárcel por haber violado los topes electorales fijados en 22.5 millones de euros y haberse gastado 42.8, casi que el doble.
La justicia francesa demostró que muy buena parte de estos recursos fueron maquillados con la disculpa de que eran gastos de un movimiento político (UMP), nombre que se le dio al partido del expresidente, rebautizado con el Los Republicanos, en gastos de conferencias, eventos y actividades que nunca se realizaron.
Mientras en Francia funciona la justicia, la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, contra toda evidencia frente a las condenas de la justicia penal colombiana contra Elías y Prieto, dejará prescribir las acciones que se deriven de las acusaciones contra Santos, o en el peor de los casos lo absolverá.
Ahí está la diferencia entre la justicia francesa y la colombiana.
Porque como lo ha demostrado El Reverbero de Juan Paz, aquí no pasa nada…
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