@eljodario
Cuando la Revolución Francesa sembró los principios fundamentales del nuevo orden mundial en el siglo 18, las tres banderas que revolcaron estructuras y pactos sociales y obligaron a organizar las constituciones con las que se rigen la mayorÃa de los paÃses fueron la libertad, la igualdad y la fraternidad.
Para consolidarlas como elementos gestores del orden mundial hubo reyes guillotinados y un gran dictador y emperador, Napoleón, para volverlo hasta un código civil universal.
Por estas calendas del 2021, sin que se hubiese fusilado a ningún mandatario ni las revueltas generaran los cambios, la invención del internet y la evolución supervertiginosa de la dictadura del algoritmo nos tiene a las puertas de otorgarle al nuevo orden mundial y a sus dueños y promotores, las tres banderas con las que avanzarán para reemplazar las empuñadas por la revolución francesa: ahora son comodidad, salud y educación.
El algoritmo, que esclaviza, nos garantiza la comodidad cada dÃa más y más. El nos ha reemplazado muchas de las funciones que entre las manos, las mentes y el entusiasmo humano realizábamos con entera libertad. El algoritmo nos domina. Conoce nuestros gustos, escoge por nosotros y nos garantiza la comodidad evitando la rebelión o el desgaste. Los nuevos pactos sociales que esa comodidad obliga a redactar, están todos basados en el cubrimiento de la educación y la salud por parte de los estados, o de los recién entronizados como dueños del mundo (las corporaciones Microsoft, Facebook, Twitter, Apple, Huaei ). Atrás, entonces, van a quedar los ideales, la capacidad creativa de los artistas o el efecto renovador de las genialidades. Todo nos lo van a hacer dentro de la ética de esas tres banderas vueltas metas universales. La comodidad por la vÃa de los algoritmos nos subyugará. Los saberes novedosos que precipita velozmente el internet en las pantallas educadoras renovarán las mentes ingeniosas y la garantÃa cada vez más real de que habrá vacunas para las pestes y medicamentos para irnos acercando a la eternidad y alejarnos de la muerte, harán todo lo demás.
Es la gran revolución cibernética. En la que nos creÃamos cuando un viejo loco nos dijo de jóvenes que Ãbamos hacia la aldea global. Es el nuevo orden mundial. (Opinión).

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