Los mamertos andan ahora de defensores de oficio de unos tales protocolos que solo tienen como propósito evitar la captura de los jefes terroristas ‘elenos’.
En 2010, un carrobomba explotó frente a Caracol Radio, en Bogotá. El director de esa cadena, DarÃo Arizmendi, dijo al aire que tenÃa información de que los perpetradores de ese acto terrorista habÃan sido personas cercanas al presidente Uribe. Para desdicha del locutor, se comprobó la autorÃa de las Farc.
El pasado 17 de enero, el ELN —revitalizado con armas, hombres y recursos de las ‘desmovilizadas’ Farc— metió un carrobomba a la Escuela de PolicÃa General Santander y destrozó más de veinte vidas inocentes, pero todos los simpatizantes de la izquierda se empecinaron en negarse a admitir tan siquiera la posibilidad de que ese violento acto terrorista fuese obra de los ‘elenos’. (Lea la columna).
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