Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)
La Sabiduría de la antigua China
-Olvídate de tu edad.
-No retengas aquello que se va, ni rechaces lo que aún está por venir.
-Todo tiene un ocaso y solo la noche termina siempre con la salida del sol.
-En el fondo de la paciencia se precipita el oro.
-Un hombre miserable exige mucho de los demás, el sabio de si mismo.
-El objetivo de la vida es morir joven, lo más tarde posible.
-Aprender sin pensar es inútil.
-Así como un rio corre silencioso, un gran hombre no alza la voz.
-Olvídate de todo aquello, que no puedes amar.
-El cuerpo debe estar en movimiento, la mente en paz, y el alma diáfana
como un lago entre dos montañas.
-Cuando amas hasta un orangután te parece hermoso, pero si no amas
hasta una flor de loto pierde su belleza.
-No presumas cuando comiences a caminar, presume siempre a tu regreso.
-Se como una flor de loto, que florece aun en las aguas turbias
-La victoria demuestra lo que puede hacer un hombre; y la derrota, lo que vale.
-Antes de abrir una puerta ajena, vístete con una sonrisa.
-No juzgues el pasado de los demás, no conoces tu futuro.
-Si dudas de una persona, no tengas asuntos con ella, y si los tienes no los dudes.
-Para vencer no trates de ser más fuerte que tu enemigo, hazlo más débil que tu.
-Ayudando al perezoso , lo ayudas a ser una carga.
-Las grandes almas tienen voluntades, las débiles tan solo deseos.
-No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero si
puedes evitar que anide en tu cabellera.
-El que teme sufrir, ya sufre el temor.
-La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta.
-El sabio no dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice.
-Pregunta al hombre con experiencia , no al hombre con estudios.
-Cuando tres marchan juntos, tiene que haber uno que mande.
-El agua hace flotar el barco pero también puede hundirlo.
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