3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: La traición de Quintero

Por Gabriel Zapata Correa 

Una pésima administración, salpicada permanentemente de escándalos de corrupción, adobada de mentiras terminó como debía finalizar: con la traición.

Este alcalde, el peor que ha tenido Medellín, o más bien sufrido Medellín, en toda su historia, ha logrado tales niveles de mentiras y de engaños, que nadie le cree una sola palabra de lo que dice.

Haber dejado tirada la ciudad, abandonada a su suerte, para salir a hacerle la campaña al primo de su esposa, es un acto de gran irresponsabilidad que desafortunadamente no lo miden las leyes, aunque sí recibe el mejor castigo de la sociedad medellinense: el desprecio de la ciudadanía.

El solo hecho de que Daniel Quintero no pueda salir a las calles porque la gente lo abuchea, ni ingresar a un restaurante, es el mejor premio y reconocimiento al desastre de Alcaldía que venía haciendo, únicamente en beneficio de sus intereses personalistas, en detrimento de una ciudad abandonada, que no refleja ningún acto ni huella alguna sobre los cuales se pueda decir por aquí pasó Daniel Quintero. Antes, por el contrario, su desastre y abandono ha quedado como un pésimo recuerdo de un tipo que solo sembró odio y frustraciones y que se dedicó a polarizar a la comunidad como un mecanismo de distracción para poder realizar toda clase de fechorías.

Desafortunadamente tenemos que decir que esta alcaldía siempre actuó bajo sospecha. Sus decisiones siempre estuvieron marcadas por un aire de aprovechamiento personal para su familia y sus amigotes que siempre vieron en la administración un jugoso botín para llenar sus alforjas.

Tenemos que decir con una enorme sensación de frustración y de incertidumbre, que este exalcalde siempre contó con la negligente complicidad de los organismos de control.

“Vamos a barrer con la corrupción que hay en la administración de Medellín”, dijo el fiscal Barbosa el 24 de julio del año pasado. Ese día se refirió a un grupo élite que conformó su entidad para investigar las denuncias de posibles irregularidades que habría en la ciudad.

Ante la cantidad de denuncias de posibles casos de corrupción que se estarían enquistando en la Alcaldía de Medellín, la Fiscalía General consolidó un grupo élite de investigación que tenía una instrucción clara: “Barrer con la corrupción que hay en la administración de Medellín”.

Francisco Barbosa, quien además confirmó que las pesquisas judiciales ya estaban andando y que, por lo mismo, esperaba presentar resultados pronto.

“El grupo se estructuró. Estamos dándole un nuevo dimensionamiento a la Fiscalía frente a la corrupción en Medellín y en Antioquia, tiene que ver con el fortalecimiento de sus equipos a través de los nuevos directores seccionales que llegaron hace ya unos días a Medellín y a Antioquia, y habrá grupos élites dirigidos por ellos y por la misma vicefiscal (Martha Mancera), que ha estado detrás de esto, para poder en este año y siete meses que nos queda barrer con la corrupción que hay en la administración de Medellín, y que hay en la administración del departamento de Antioquia”, anunció Barbosa con bombos y platillos. Pero nada pasó…

Vale la pena preguntarle al fiscal Francisco Barbosa ¿qué pasó con estos anuncios tan rimbombantes? ¿No cree señor fiscal que es hora de que le vaya rindiendo explicaciones a los medellinenses? O si todo lo que dijo es falso, ¿no tendría que rendirle excusas al señor alcalde? No entendemos aquí en Medellín cómo es posible que ninguna de las decenas de denuncias que reposan en la Fiscalía General culmine con éxito. Suficiente tuvimos aquí en Antioquia y Medellín con que el entonces presidente Iván Duque hubiera protegido como lo hizo al alcalde Quintero, como lo sostienen varios de sus altos funcionarios, y que le hubiera entregado numerosos reconocimientos.

Menos mal que esta pesadilla está a punto de terminar. Afortunadamente tenemos la esperanza fija de que llegará a la alcaldía Federico Gutiérrez quien, con toda seguridad, nos va a contar lo que no ha sido capaz de aclarar la Fiscalía General y demás organismos de control.

Ahora nos tendremos que soportar al exalcalde traidor del pueblo haciendo campaña y de la sucia que es capaz de hacer, porque de decencia y transparencia poco conoce.