2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El desastre de Quintero

Por Gabriel Zapata Correa (foto)

Cada día que pasa el alcalde electo Federico Gutiérrez y su equipo de empalme con la gente de Daniel Quintero, nos sorprenden con las revelaciones sobre los hallazgos del desastre administrativo que dejó el peor mandatario que ha pasado por la Alpujarra en la historia de Medellín.

Pero aparte de las cifras escandalosas sobre el déficit en la Alcaldía y la desfinanciación de casi todas las dependencias de la administración, a las cuales nos vamos a referir más adelante, hemos confirmado que este tipo nos gobernó durante cuatro años bajo el manto de la mentira y el engaño, con cifras y porcentajes inventados sobre la educación, la nutrición infantil, la atención en Buen Comienzo, el empleo, el manejo de las basuras, y otros más. Porque la realidad es que todo es un verdadero desastre, y así como él dejó tirado el cargo para irse a hacer política a favor del primo de su esposa, la ciudad está en un completo abandono en todos los aspectos.

El castigo político por su desastre administrativo no solo lo recibió este desadaptado en las urnas con la paliza que le metió Federico Gutiérrez, sino que la sanción social es también una realidad, pues tanto él, Daniel Quintero, como su esposa Diana Osorio, y el alcalde encargado Oscar Hurtado, pueden hacer presencia en ningún escenario público, porque son tratados como “ratas”.

Esta es la mejor descripción de la imagen que tenemos los medellinenses de quienes llegaron a saquear las arcas de la ciudad, y a fe que lo lograron, pues en el empalme se ha demostrado que este señor y su equipo se lucraron de la Alcaldía y salieron huyendo de sus cargos para no darle la cara a la comunidad ni explicar su desastre administrativo.

Es tan irresponsable Daniel Quintero, que en algunas de las dependencias de la Alcaldía no hay titulares que expliquen lo que hicieron y lo que dejaron. Y los encargados del empalme tendrán que ir reconstruyendo despacho por despacho para poder tener un panorama claro de cómo se podrá comenzar a trabajar desde el primero de enero del 2024.

Por todo esto, es que el alcalde electo salió a denunciar públicamente que “El déficit en la Alcaldía ya va en 2,8 billones”. Y le dijo claramente a la comunidad que ni él ni su equipo están tranquilos ni satisfechos con la información que han recibido de la actual administración durante el proceso de empalme.

En la presentación del segundo informe del empalme, el equipo de Fico Gutiérrez manifestó su preocupación por la cantidad y la calidad de información que han recibido de diferentes dependencias.

El alcalde electo también publicó en su cuenta de X que está especialmente preocupado por EPM, pues a las reuniones no ha querido asistir el gerente de Afinia, Javier Lastra, quien asumió la gerencia de la filial de la empresa en el Caribe en agosto de 2021. Dijo que también lo inquieta la “compleja situación” de Emvarias, y alertó sobre cambios de última hora en la planta de personal de Telemedellín, objeto de múltiples denuncias de posible corrupción en los últimos meses.

Otra grave revelación anunció en Educación. De los $319.000 millones con los que contaba esta alcaldía para reparar la infraestructura de los colegios, tampoco se ha entregado nada. Asegura que además los colegios están sin conexión a internet y que no hay plata para pagarles a los maestros y al personal de la salud.

Por eso es que el alcalde electo insiste en su pregunta: “¿Dónde está la plata?”

Nicolás Ríos, el coordinador de su equipo de empalme y quien será el próximo secretario de Gobierno, se quejó de la inexperiencia de los funcionarios que están entregando los puestos, y dijo que en varias dependencias hay secretarios que tienen poco menos de dos meses en sus cargos y otros que han renunciado en medio del proceso.

“Hay secretarias en las que las personas que nos están entregando que tienen dos, tres o cuatro meses de estar a cargo o en donde en la mitad del proceso de empalme el secretario toma la decisión de renunciar y dejan abandonado el proceso. Eso para nosotros es muy grave, porque no tenemos el conocimiento de lo que está pasando, ni hay una historia clara de lo que sucedió durante los cuatro años”, reprochó Ríos.

El panorama es desolador. A nosotros como comunidad solo nos resta la esperanza de que avancen todas las denuncias que reposan en los organismos de control sobre supuestos actos de corrupción.

Vamos a ver si este fiscal general, Francisco Barbosa, habla menos y actúa más, porque ya es hora que nos rinda resultados.