Vistazo a los hechos: Colombia, un país sin gerente

Por Gabriel Zapata Correa 

Nunca antes en la historia de Colombia, la ciudadanía del común había percibido un ambiente de desadministración y de abandono, en todos los niveles, como el que se está presentando en todos los territorios.

Este no es un problema de la oposición. Aquí no se trata de decir que los partidos de la oposición no han permitido que los ministros ejecuten sus presupuestos y que, en materia de seguridad, por ejemplo, tienen que ver con la forma como los grupos criminales y bandas de mafiosos se vienen tomando las regiones, presionando a gobernadores y alcaldes a su antojo.

No es un invento ni una actitud de “hipócritas”, como lo afirma el ministro del Interior Fernando Velasco, que los 32 gobernadores de los departamentos le clamen al gobierno que los escuche, que se siente con ellos y que analice lo que viene sucediendo día a día  en los territorios, donde se ha incrementado el secuestro en un 19%, la extorsión, los homicidios, las desapariciones y el reclutamiento de menores de edad se ha multiplicado en una forma escandalosa, mientras el gobierno les hace toda clase de concesiones a estos criminales.

Es tal la sensación de abandono que siente la gente por parte del presidente Petro, y del ministro de la Defensa, Iván Velásquez, que piensa que el gobierno les está dando un mejor trato a los criminales que al ciudadano de bien. Esa es la sensación, más aún cuando no hay un solo trino del ministro de Defensa, ni del presidente Petro, lamentando el asesinato o el secuestro de los policías y de los soldados en diferentes atentados terroristas. Y mucho menos un solo trino condenando a estos grupos criminales. Como si el Gobierno les temiera o le preocupara una reacción más fuerte frente a la desenfocada propuesta de la Paz Total.

Es muy claro y no es un desenfoque reafirmar que la Paz Total hay que promoverla desde las regiones. No se trata de un lema de campaña política.

La Paz Total no se delinea desde Palacio con un presidente sentado en su butaca disparando trinos y sembrando odios, mientras en los pueblos la población vive aterrorizada esperando cuando llegan los bandidos a imponerles sus condiciones de vida, a sangre y fuego. Y en las carreteras salen los delincuentes a emboscar y asaltar a los transportadores y vehículos particulares sin control alguno. ¿Dónde está el ejército, dónde están las autoridades?

Pero este problema de inacción del Estado no solo se vive en la inseguridad. No crean que es un problema de oposición. Es una realidad que nos muestran los medios, con imágenes y testimonios incontrovertibles.

Pero fíjense que este ambiente de inacción se mantiene en el Ejecutivo. Durante los primeros 12 meses de gobierno salieron un total de 12 funcionarios. Y todo parece indicar que esta línea se va a mantener pues hay varios de los jefes de cartera que estarían en la “cuerda floja” y podrían dejar sus cargos, debido a los bajos niveles en materia de inversión estatal. Y es que en contraste con la media de nivel de administración desde el 2000, que es del 45,2%, los números para el mandatario Gustavo Petro parecen estar en rojo. 

Lo primero que hay que entender es que, año tras año, el Gobierno tiene bajo su responsabilidad un presupuesto aprobado por el Congreso de la República, el cual está enfocado en tres frentes: funcionamiento, con el que se cumplen los salarios de los empleados estatales e infraestructura; inversión, que son los programas de índole social; y deuda, compromisos que se deben cumplir.

Para 2023, dicho presupuesto fue fijado en $422,5 billones, como parte de lo asignado en el legislativo e ingresos adicionales obtenidos mediante la reforma tributaria que fue aprobada el 16 de noviembre de 2022.

Entre los sectores que salieron peor librados en el informe de ejecución están el Ministerio del Deporte (19,1%), Agricultura (19,9%) y del Trabajo (25,7%). Luego, en el listado, aparecen las carteras de Ambiente (21,6%), Transporte (26,7%) y del Interior (29,7%).

Este es el nivel de ejecución de cada una de las dependencias del Gobierno de Gustavo Petro, en lo que va del 2023. Ya salieron algunos viceministros y jefes de otras dependencias por bajo rendimiento.

Como pueden ver el país está prácticamente paralizado, y lo que es peor, el mismo presidente lo reconoció en reciente consejo de ministros cuando les lanzó una advertencia pública a sus inmediatos colaboradores.

Pero lo más importante es que el presidente Petro se dé cuenta que el gerente es él. Y que va perdiendo el año, y con él, el país.