17 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: A Petro le estorban las instituciones

Por Gabriel Zapata Correa (foto)

Si algo debe marcar el mandato de cualquier presidente de la República, es el respeto por las instituciones que son el marco legal de la Constitución. Y esta línea de comportamiento es la que se convierte en ejemplo de grandeza para niños y jóvenes que son el futuro del país.

Son varias las ocasiones en las cuales el primer mandatario aprovecha para arremeter contra los organismos de control, por el hecho elemental de que ejerzan sus funciones en el marco de la ley. ¿O qué es lo que le gusta el presidente Petro? ¿Un blindaje dictatorial que le permita a él, y a su equipo activista de trabajo administrar el país bajo sus caprichos, al mejor estilo de Nicolás Maduro y Daniel Ortega?

El caso más reciente se produjo esta mañana en el municipio de Quibdó, Chocó, en el acto presidencial por el plan Acciones por la Paz y la Vida. El presidente Gustavo Petrolanzó duras acusaciones en contra de la Fiscalía y del fiscal general, Francisco Barbosa, a quien acusó de ejercer una sedición en su contra y dijo que se estaría burlando de la Constitución al tratar de investigarlo, cuando esto es sólo competencia de la Comisión de Acusaciones de la Cámara.

“Lo advierto, el fiscal en su desespero, porque algo ocultan, que no quieren cumplir la Constitución, algo ocultan, va a intentar coger presos e iniciar procesos a varios de ustedes, porque me está investigando a mí. Y a mí me importa un comino que me investiguen, lo que pasa es que la Constitución dice que él no tiene la competencia para investigarme, que lo hace por los lados. Se burla de la Constitución y está ejerciendo una sedición”, señaló el mandatario.

¿Y todo esto por qué? Porque la Fiscalía continúa con el proceso de investigar a su hijo Nicolás, con evidentes pruebas y videos, de los cuales es muy difícil que el hombre se pueda lavar las manos como quiere su papá.

El otro ente que le estorba, es la Procuraduría General de la Nación, a quien Petro ha mirado como su enemiga acérrima desde que era alcalde de Bogotá. Es claro que el presidente no descansará hasta hacerla eliminar de la Constitución.

Así lo demostró durante estos días cuando la procuradora Margarita Cabello Blanco decidió suspender por tres meses al canciller Alvaro Leyva Durán por el escándalo del contrato de los pasaportes.

La Procuraduría encontró méritos suficientes para suspender a Leyva Durán, debido a su decisión de no adjudicar la licitación a la firma Thomas Greg & Sons que compromete recursos del Estado, ante la demanda de $117.000 millones presentada por el oferente, al no ser declarado ganador.

El canciller Leyva no sustentó sus impedimentos para declarar desierta la licitación, pese a que Thomas Greg había cumplido con los requisitos para quedarse con el contrato.

En su comunicado, el Ministerio Público indicó: “La Procuraduría General de la Nación llamó a juicio disciplinario y suspendió provisionalmente por tres meses al ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, por las posibles irregularidades que se presentaron durante el proceso para la licitación de pasaportes”.

El presidente de la República, Gustavo Petro, arremetió muy duro este miércoles 24 de enero por la decisión de la procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco,

“Nos va a costar, nos van a suspender ministros aquí y ministras allá, ya lo vivimos en Bogotá Humana, no nos van a dejar gobernar. Pues claro: esa es la mentalidad. Quienes, acostumbrados a dejar la gente abandonada, no quieren que haya un ejemplo de demostración de Gobierno popular”, protestó Petro.

Según las investigaciones del ente regulador, el ministro de Relaciones Exteriores incurrió en faltas disciplinarias, calificadas, de manera provisional, como “gravísimas cometidas a título de dolo”.

Pese al llamado de Thomas Greg & Sons para conciliar y a la mediación de la entonces directora de la Agencia Jurídica de Defensa del Estado, Martha Zamora, para evitar que demandaran al Estado, el canciller Leyva se mantuvo en su posición. No solo no cedió, sino que convirtió a la funcionaria en objeto de acoso laboral, y hasta le pidió la renuncia porque no obedecía la orden del presidente Petro. No olvidamos aquella agresiva frase a Martha Lucía Zamora, si esta empresa demandaba al Estado: “Cuando salga el fallo me lo lleva a la tumba”.

Da la casualidad que en ambos casos, el de su hijo Nicolás, y el de su canciller Alvaro Leyva, las pruebas son contundentes e irrefutables. Pero al presidente Petro, acostumbrado a las mentiras y al engaño, no le gusta la verdad. Por eso le estorban las instituciones como a todo aquel amigo de los aires dictatoriales. Esa es la cruda verdad.