El jefe de la Farc no cree en la inocencia de ‘Santrich’ ni piensa ir a la guerra si lo extraditan.
Por Mauricio Vargas
El Tiempo
Razón tiene mi colega Thierry Ways cuando en su columna del jueves, en estas páginas, recordó que si en algo parecía que todos –a izquierda, centro y derecha– coincidíamos sobre los acuerdos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc era que si un excomandante recaía en el delito después de la entrada en vigor de ese pacto perdía los muy generosos beneficios judiciales, económicos y políticos que los acuerdos concedieron a los insurgentes.
En el caso de alias Jesús Santrich, la cuestión era bien sencilla: 11 meses después de la entrada en vigor de los acuerdos fue videograbado mientras negociaba un cargamento de cocaína con enviados del temible cartel de Sinaloa (México), con el que las Farc mantuvieron trato en tiempos de guerra. De modo que, sin mayores dilaciones, ha debido perder todos los beneficios, quedar en manos de la jurisdicción ordinaria y no de la JEP, y ser extraditado a Estados Unidos.(Lea la columna).
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