Por Gustavo Gómez
«500 mil votos, señor registrador…
Medio millón de votos, señor registrador…
Cien mil, más cien mil, más cien mil, más cien mil, más cien mil expresiones democráticas de los colombianos, señor registrador…
Dos cuartos de millón de votos, señor registrador…
Un cinco y cinco ceros, señor registrador…
¡Ay señor registrador!
¡Por Dios! No hay derecho, señor registrador…
Ayer usted dio muchas explicaciones, señor registrador…
Pero, le faltan medio millón de explicaciones, señor registrador…
No, señor registrador…
Esto es inadmisible No, señor registrador…
Aquí pasó algo y tememos que sea muy grave No, señor registrador…
Esto no lo podemos aceptar No, señor registrador…
Las democracias no pueden transitar por estas rutas, que usted encuentra normales y comprensibles.
Señor registrador… esto no está saliendo bien.
Mucho, registrador, mucho, mucho, mucho tenemos que dudar.
Señor registrador… ¡qué difícil es mantener la confianza cuando pasan estas cosas!
Señor registrador…señor registrador…señor registrador…»
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