Hace 48 años, el 17 de enero de 1974, la espada de Simón Bolívar fue robada de la Casa Museo Quinta de Bolívar por integrantes del movimiento guerrillero M-19, quienes entraron a este sitio de manera sigilosa.
Paradójicamente, gracias a este hurto, la espada se convirtió en uno de los elementos más representativas del libertador Simón Bolívar.
La espada fue devuelta por el entonces excomandante del M-19 desmovilizado Antonio Navarro Wolff, el 31 de enero de 1991, en una ceremonia en la Quinta de Bolívar en Bogotá. Luego, el propio Navarro fue uno de los copresidentes de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución de Colombia de 1991.
Este antecedente histórico le podría dar una relevancia muy especial a la noticia de esta mañana en Medellín, sobre el robo de la espada del Libertador, del monumento ubicado en el Parque Bolívar, en todo el centro de la ciudad, porque movimientos terroristas u otros de protesta podrán utilizarla como un símbolo muy particular para sus futuras acciones.
El dirigente sindical y cívico, Mario de Jota Valderrama, informó que el hecho ya fue puesto en conocimiento de las autoridades competentes.
El robo se produjo a media cuadra de donde se encuentra instalado un CAI de la Policía Nacional.
«Quisiera tener una fortuna material que dar a cada colombiano, pero no tengo nada más que un corazón para amarlos y una espada para defenderlos», Simón Bolívar, dice la placa que identifica el monumento al Libertador.
La Policía Metropolitana ya adelanta investigaciones y revisa videos de cámaras de seguridad para tratar de recuperar la espada que hace parte de la estatua del prócer que desde 1923 reposa en la ciudad. Vale recordar que fue hecha por el italiano Giovanni Anderlini y fundida por el también escultor de ese mismo país Eugenio Maccagnani.
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