4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Roy santificado 

@RoyBarreras @petrogustavo 

Por Jairo León García U. 

Porque lo cortés no quita lo valiente, el controvertido político, presidente del senado, Roy Barreras, es el personaje objeto en este momento en el país de las más gratinadas reverencias, por cuenta de una lesión cancerígena que le hallaron los médicos en las vías digestivas bajas. 

Nadie tiene la culpa, y tampoco nadie le está deseando que esta enfermedad, tan fatídica, le pase factura de sus deudas con la decencia y la ética en la política. ¿O ya se olvidaron de la sucia pasada campaña presidencial de la cual fue maquiavélico protagonista? 

Pero de la noche a la mañana, en plena coyuntura cuando manejará al Congreso como él solo sabe hacerlo para que nos sometan a todos los colombianos con la confiscatoria Reforma Tributaria, Roy Barreras ha pasado a ser el Robin Hood de la política nacional, sin marca ideológica alguna. 

Pero, ¡qué pesar! Ahora cuando le acaban de descubrir el cáncer, según lo confirmó la Fundación Santa Fe, le va a tocar trabajar enfermo. Porque Roy no para, es incansable y mucho más, según la apología que han hecho de él los grandes medios radiales. Como si Roy, por ese invaluable sacrificio de intercalar sus citas médicas con su trabajo en el Congreso, no devengara casi 34 millones de pesos mensuales de los colombianos. 

La Fundación Santa Fe confirmó el parte médico: 

“En chequeo de rutina realizado la semana pasada, le fue encontrada una lesión que ha sido confirmada por estudios de patología como un adenocarcinoma de vías digestivas bajas”. 

Roy Barreras, que es un político, perdón un animal político, inteligente, sagaz, y todo lo demás, ha sabido aprovechar la coyuntura de su enfermedad, escuchen el tono suave de su voz, para erigirse en este momento como la gran figura política nacional, capaz de sacrificarse por el bien del país, con tal de sacar adelante todas las reformas que se nos vienen encima como una avalancha invernal, en esta época de tempestades… 

Lean los trinos que le han llovido de solidaridad, hasta de sus más enconados enemigos. ¡Qué altura! ¡Qué gallardía! ¡Qué nobleza!  

En medio de todo a Roy le ha ido y le irá muy bien. El lo sabe y lo ha confirmado, que, si es juicioso en el tratamiento, saltará airoso como un ángel de este percance de salud, como saldrá la reforma tributaria en este Congreso arrodillado y silencioso.  

Y también, en medio de las cenizas que queden, surgirá la figura erguida de un Roy santificado y valiente que fue capaz derrotar al cáncer y a la oposición a la vez, por el bien de Colombia. 

Y como lo cortés no quita lo valiente, que a Roy le vaya muy bien con su cáncer… Muy seguramente mucho mejor que a todos los colombianos con esta reforma tributaria confiscatoria.