2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Riesgosa aspiración de Julián Bedoya

Martin Cardona

Por Martín Cardona Mendoza 

Supe hace tres días, que el dirigente político Julián Bedoya Pulgarín ya no era liberal. Me enteré también que su hermana Andrea que ostentaba un cargo directivo en la Contraloría General de Antioquia lo dejó para no estropear una eventual candidatura de Julián a la Gobernación de Antioquia. 

Escribo está nota en la espuma de los acontecimientos para honrar la memoria y la columna de opinión del exministro de Estado e ideólogo liberal Abdón Espinosa Valderrama, quien en el periódico El Tiempo nutrió con su pensamiento varias generaciones de políticos. 

Frente a la renuncia de Bedoya Pulgarín al histórico partido liberal que le ha puesto todos los gallardetes, debo afirmar sin ningún tipo de fineza que: él está inhabilitado para presentarse a cualquier cargo electivo en el certamen del 29 de octubre de 2023, ni edil puede ser.

Aún así, leo los hechos de la siguiente forma, o está muy convencido que el transfuguismo incorporado al proyecto de reforma política va a pasar para que aplique en 2023, o estuvo mal asesorado. 

Si lo primero, que la iniciativa liderada por el gobierno Petro pasará a toda costa, Julián se encontrará con otro escollo, en una eventual aventura electoral de coalición, no contaría con el coaval del partido liberal, pues, sería muy sinvergüenza Gaviria Trujillo administrador de ese colectivo político apoyando a quien acaba de abjurar del partido; pero también habría otro problema gigante, sus parlamentarios, María Eugenia en la Cámara y Echavarría Sánchez en el Senado tendrían que hacer campaña de contrabando por su mentor y que decir de sus candidatos a alcaldías y concejos ,fácilmente pisarían la causal de doble militancia política en la modalidad de apoyo generosamente desarrollada por la Sala Electoral del Consejo del Estado y que tantas víctimas dejó después de las elecciones de 2019. 

No entiendo por qué Bedoya Pulgarín renunció al partido liberal el 27 de octubre en vez de hacerlo como mínimo el 28 de junio como se colige de la cláusula constitucional y de la ley estatutaria que gobierna la materia; a riesgo de estar equivocado me temo que estuvo mal asesorado porque para un político de su olfato apenas 22 días en el Senado no eran necesarios, pues, ya tenía a Petro elegido presidente y también a sus congresistas con envidiables guarismos 

La regla 107 final de la Constitución Política establece a la letra que “Quien siendo miembro de una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección, por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del primer día de inscripciones”. Preceptiva que fue parcialmente replicada en el artículo 2 de la Ley estatutaria 1475 de 2011 e incorporada como causal autónoma de nulidad electoral en el artículo 275 numeral 8 de la Ley 1437 de 2011 

Me temo que el equipo asesor de quien hoy no tiene partido, pero dirige la facción más poderosa del partido liberal en Antioquia contrajo su interpretación al creer que cuando la norma superior hace relación a quien decida presentarse a la siguiente elección mal entendió un aspecto clave de la causal inhabilitante y desoyó lo resuelto por la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado el 25 de abril de 2019 en el caso Angela María Robledo y homologado por la SU 209 de Julio de 2021 ,revisión que hizo la Corte Constitucional en un proceso en el que aparezco como interviniente. 

Cuando la norma superior alude a la siguiente elección, se refiere a la que sigue en el calendario electoral, así lo reseñó la supercorte en su proveído de Julio de 2021 en sede de tutela en una votación de 5 a 4 con ponencia de la magistrada Cristina Pardo Schlesinger: 

“La regla de renunciar dentro del periodo señalado en las normas aplica sin considerar si el candidato aspira a seguir en la misma corporación o cargo o si se inscribe para uno distinto. interpretación que para esta Corporación resulta razonable atendiendo el efecto útil de la norma.” 

De Julián Bedoya, quinterista, petrista y trujillista hasta los tuétanos, se dice que podría ser el candidato a la gobernación de Antioquia de esa repulsiva sociedad política, pero con el riesgo jurídico que acarrea esa posible postulación puede concluirse que esa alianza electoral nació muerta .Aunque pase el transfuguismo para 2023, golpe artero a nuestros siempre convalecientes partidos políticos, el sentido común jurídico me enseña que en esa alianza no estará el partido liberal y los prosélitos y candidatos del desertor tendrían que inventarse raras estrategias para apoyarlo. 

Las incongruencias de nuestro sistema de partidos llevan a que quien abjura de su partido, siga siendo el jefe político de la facción más importante de ese colectivo en Antioquia, razón potente para que nuestras formaciones políticas históricas, si tuvieran un horizonte más altruista, se opusieran al transfuguismo que se quiere incorporar nuevamente en la Constitución y de paso castigar a los tránsfugas que siempre quieren pan y pedazo.