26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Reaparece Fajardo en escena: Tráiler de las mejores películas del “tibio”…

@sergio_fajardo 

Por Jairo León García Uribe 

Reapareció en el escenario cinematográfico local, el múltiple excandidato, exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, el “tibio”, como le dicen en Bogotá, Sergio Fajardo, con su nuevo partido Dignidad y Compromiso. 

En la última película, el “tibio”, como le dicen en Bogotá, participó en la coalición santista Centro Esperanza, en cuya consulta obtuvo una cinematográfica derrota, pues apenas logró 888.585 votos en todo el país, y en toda Antioquia, donde fue su gobernador, solo consiguió 154.470 votos. 

Hay que tener en cuenta que su eterno rival de plaza, Federico Gutiérrez, sacó en Antioquia 1.385.565 votos y en Medellín algo más de 600 mil votos. 

Lo que busca Fajado en esta nueva cinta Dignidad y Compromiso, es sumar sus fuerzas que le restan, con las del exsenador Jorge Robledo, luego de sus fracasos políticos en cadena, para buscar alcaldía con dos posibles precandidatos: el diputado Luis Peláez y Juan David Valderrama, y la gobernación, con el exrepresentante Jorge Gómez, según El Colombiano. 

El “tibio”, como le dicen en Bogotá, ha sido importante actor de destacadas películas en su devenir político local, como alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia. El tráiler de sus cintas puede ser tan rico como soporte el lector, o tan resumido para no cansarlo. 

Con su manido discurso de la nueva forma de hacer política, que en resumidas cuentas ha sido más de lo mismo, Fajardo pasó por la Alcaldía y la Gobernación sin pena ni gloria. Ingrata huella dejó en el sector educativo, del cual se identificó como su abanderado, con la Biblioteca España, que nos costó a los medellinenses la bicoca $15.152 millones en el 2007, pero reconstruirla nos ha valido más de $30 mil millones. 

En su afán por ser protagonista de primera línea, el “tibio”, como le dicen en Bogotá, la terminó a las carreras para tomarse la foto con los Reyes de España y apenas un año después la Biblioteca España empezó a presentar filtraciones y a desmoronarse. La historia de esta película no ha terminado… 

Otra cinta que está escrita en la historia de Medellín es el negociado de Orbitel.  

Fue aquel pésimo negocio que hicieron las Empresas Públicas de Medellín (EPM) cuando decidieron comprar el 50 por ciento de Orbitel, en 2006, por 80 millones de dólares. 

El detalle curioso está en que el precio se fijó con base en proyecciones que decían que la tecnología Wimax (internet inalámbrico) sería tan exitosa que para 2011 Orbitel iba a tener 488.985 usuarios conectados. 

Después de la compra, y de ver que el negocio no despegaba con fuerza, EPM modificó sus aspiraciones y se fijó como meta tener 82.108 clientes al finalizar el 2012. Pero nada se cumplió. El resultado fue apenas de 18.637. 

Lo interesante de esta película tiene que ver con sus coprotagonistas, pesos pesados de la política y los negocios. Veámoslos: 

El alcalde de Medellín y presidente de la junta directiva de EPM era en ese entonces, y como actor principal, Sergio Fajardo, luego gobernador de Antioquia.  

Bruce Mac Master, hoy presidente de la Andi, representaba a la firma Inverlink, que hizo el avalúo que dio pie a la compra.  

Juan Felipe Gaviria (QEPD), gerente de EPM en aquel momento, quien era miembro de la junta directiva de UNE (que absorbió a Orbitel).  

Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño del Grupo Aval, y Bavaria, propietario cada uno del 25 por ciento de las acciones que compró EPM. Todos estos protagonistas estuvieron de acuerdo con la compra de la mitad de Orbitel. 

El desenlace de esta película de misterio y fraude, se produjo cuando la contralora de Medellín, Marta Cecilia Vélez, iba a desenmascarar el negociado. Fajardo y Gaviria le pidieron al contralor general Julio César Turbay Quintero, también protagonista en numerosos casos de corrupción, que se llevara la investigación para Bogotá, donde le dio sepultura de tercera. En el cierre de esta película sus protagonistas y coprotagonistas posaron de corbatín y sacoleva, como las estrellas del Titanic, hablando de transparencia. 

Como gobernador de Antioquia, el “tibio”, como le dicen en Bogotá, fue actor principal de varias películas, como el famoso contrato de concesión minera que le otorgó Fajardo a Manuel Antonio Mesa, esposo de su secretaria de Participación, Beatriz White. Aunque el actor salió ileso de estas escenas, la mancha quedó entre la opinión pública. 

Posteriormente se le vinieron tres escándalos cinematográficos, dos de ellos denunciados en la asamblea, por los entonces diputados Adolfo León Palacio y Jorge Gómez, este último hoy su mentor en Antioquia. 

El primero, por supuesto detrimento patrimonial por no haber tomado las medidas de rigor, para proteger de la devaluación una deuda en dólares del Departamento, que en su momento era de US$70 millones. Esta película no ha terminado en la Fiscalía. 

El segundo escándalo, por haber camuflado durante ocho meses en la Secretaría de Hacienda a un funcionario de Bancolombia, para que estudiara y luego propusiera como se financiaría con esa entidad bancaria las deudas del Departamento. Esta denuncia fue sustentada por Palacio y Gómez en la Asamblea. 

El tercero, por utilizar la figura de la urgencia manifiesta sin los rigores de la ley. Los abogados expertos Mauricio García Quiroz, Diego Andrés Velásquez Álvarez y Guillermo Mejía Mejía se encontraron con un contrato muy curioso en la Gobernación: El secretario de Infraestructura Mauricio Valencia y su gerente Rafael Nanclares adoptaron la figura de la urgencia manifiesta sin los rigores que establece la ley.   

Los tres abogados de inmediato les pusieron una demanda penal en la Fiscalía, en enero de 2015, comenzando el gobierno de Luis Pérez.   

Se recuerda que ambos funcionarios firmaron un contrato para el arreglo de vías que costaba $5.640.000.000 y debía hacerse en 7 meses, pero fue adicionado 7 veces hasta costar $31.526.671.654 ya en noviembre de 2014. Esta película tampoco ha terminado. 

Pero la película más atractiva del “tibio”, como le dicen en Bogotá, es cuando decide irse a ver ballenas a Nuquí, luego de su derrota electoral y cuando quedaban en franca lid por la presidencia Iván Duque y Gustavo Petro en las elecciones del 2018. Un momento crucial en la historia de Colombia. Pero Fajardo, para no comprometerse, y no jugar a favor de Duque ni en contra de Petro, se fue a ver las ballenas. 

Sobre el origen de esa película, el “tibio”, remoquete que nació de esta cinta, dio la siguiente explicación: 

“Después del día de las elecciones uno queda muy agotado, eso yo nunca lo había sentido, esa sensación tan tremenda, pero es como si le sacaron toda la energía, todo le duele, y un amigo me dice, por qué no se van a Nuquí (playa del pacífico colombiano) a descansar tres días, y dije listo vamos”. 

Este es un tráiler rápido de algunas de las principales películas que ha rodado en su pobre carrera política, el “tibio”, quien busca ahora poner alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia.