Quiero hacer constar…

Por Oscar Domínguez G.

Quiero hacer constar que casi no me dejan pasar la estatuilla de bronce en el aeropuerto El Dorado porque la consideraron «potencialmente peligrosa». 

De premiado por el CPB pasé a sospechoso. Explicamos que se trataba de un premio de periodismo y finalmente un funcionario al mando autorizó seguir. El vestido Arturo Calle que lucí para la ceremonia, lo escogí entre otros seis vestidos que bostezan en mi closet de jubilado por el sistema de «tin marin de dos pingue cúcara mácara títere fue». Y gracias por las felicitaciones.

Le responde el maestro y amigo de Oscar, Gustavo Alvarez Gardeazábal:

–        Ha salido una foto tenebrosa, que dicen que sos vos, de saco y corbata con un trofeo de ciclista en las manos, pero Juan Paz no la ha publicado. Déjate honrar.

A lo cual le contesta Oscar Domínguez:

1.  entre las pocas cosas que tengo claras está esta: que nunca has sido miembro del CPB, y por ende, de su mesa directiva que es la que adjudica el premio que me afrijolaron a mi cuando estoy frente al pelotón de fusilamiento de la vejez.

2.  Va la madre para el despistado o despistados que le adjudicaron a tan conspicuo jurado el ganso de mi premio. A mí que esculquen del semejante lapsus. Diré de paso que un jurado tan de dedo parado no se conocía desde hace mucho tiempo, incluida la vez que hice parte de uno de ellos

3.  Con mucho gusto te exonero del pecado de haberme adjudicado el premio por los motivos mencionados antes.

4.  Me alegra saber que te gustó que me hubieran dado el único premio en 78 años cumplidos. Felicidades.

Y el maestro Gardeazábal lo remató así:

 1. Que yo no hago parte de la Junta Directiva del CPB que te escogió ganador del premio a la vida y obra

2. Que yo fui jurado de los premios y esa distinción se nos comunicó, pero no fue puesta a discusión sobre la mesa.

3. Que me encuentro muy contento porque ya haces parte del gremio de los inmortales. Andá barriéndome el campito.

Abrazo.

Gustavo Alvarez Gardeazábal.

Pie de foto: El vestido Arthur Street (Arturo Calle) que lucí para la ceremonia, lo escogí entre otros seis  vestidos que bostezan en mi closet de jubilado por el sistema del «tin marin de dos pingüé cúcara mácara títere fue»…