Por Enrique E. Batista J., Ph. D. (foto)
https://paideianueva.blogspot.com/
En «El DÃa del Maestro» expreso razones y convicciones de por qué lo soy. Completo un artÃculo previo en el que presenté «El Ser Maestro: Un Decálogo». En ese Decálogo anoté que: «El Maestro practica y defiende la dignidad humana, los derechos de todos y tiene como centro de su labor a las necesidades de la sociedad y las especÃficas de sus alumnos». (El lector puede encontrarlo aquÃ: https://rb.gy/myr8u).
Soy Maestro, porque vivo y acepto, con denuedo y sacrificio, pero con amplia fruición espiritual, la delegación social que he recibido para formar seres moral y socialmente Ãntegros.
Soy Maestro, porque me inspiran las enseñanzas del Maestro, asà llamado 45 veces en el Nuevo Testamento, quien, como tal, con notable habilidad, supo enseñar empleando una variedad de métodos (proverbios, hipérboles, parábolas, sÃmiles y paradojas, entre otras), con la intención, como se ha probado en más de 20 siglos, para que en sus discÃpulos fuesen enseñanzas perdurables y de fácil aprendizaje por siempre, por todos los creyentes. (https://rb.gy/9t5r2).
Soy Maestro, porque cumplo el mandato sagrado de mi madre, mi primera Maestra y constante orientadora.
Soy Maestro, también porque tuve buenos Maestros, modelos y fuentes nutricias de inspiración vital.
Soy Maestro, porque, con el Maestro Henry Adams, tengo la convicción y el compromiso de que mi influencia sobre niños y jóvenes con sabias mentes, corazones henchidos de sabidurÃa, habilidades creativas y alegrÃa de aprender y de descubrirse a sà mismos y al mundo que los rodea, nunca se podrá detener; por ello, espero dejar una huella perenne, aunque nunca sepa hasta dónde llega mi influencia. (https://rb.gy/go2a3).
Soy Maestro, porque me guÃa la inspiración y la máxima en un poema de la Santa Madre Teresa de Calcuta quien, asà mismo, sentenció«en cada vuelo, en cada vida y en cada sueño perdurará siempre la huella del camino enseñado». (https://rb.gy/vp7xs).
Soy Maestro, porque como tal me acompañan las iluminantes palabras de Albert Einstein: «El arte supremo del maestro consiste en despertar el goce de la expresión creativa y del conocimiento». (https://rb.gy/bb6kr).
Soy Maestro, porque forjo con mi trabajo la construcción de naciones y culturas.
Soy Maestro, porque sobre mi desempeño profesional se fundamenta el nacimiento y el ejercicio pleno de todas las demás profesiones.
Soy Maestro, porque promuevo el derecho universal de alcanzar la felicidad, gozar de la libertad, de la convivencia pacÃfica, del bien común y de una vida digna.
Soy Maestro, porque impulso y practico fundados criterios para la participación democrática, el civismo, el conocimiento, la defensa y prevalencia de los derechos humanos fundamentales.
Soy Maestro, porque sigo el ejemplo de muchos que sin enseñar en las escuelas también son excelentes y sabios formadores, los que con su riqueza interior iluminan y forman a niños y jóvenes. Es asà porque todo el que bien guÃa y forma es un Maestro.
Soy Maestro, porque amo la enseñanza, amo el trabajo y también la promoción de la motivación intrÃnseca para aprender, progresar, reconocer problemas y formular posibles soluciones.
Soy Maestro, porque recibo y vivo la amplia gratificación de promover los procesos de socialización y crecimiento fÃsico, emocional, moral y cognitivo de mis alumnos.
Soy Maestro, porque amo enseñar, amo el conocimiento, amo estar actualizado y cumplo con mis deberes y responsabilidades como ciudadano, como padre y como amigo.
Soy Maestro, porque me vivifica y me colma de riqueza interior la convicción y motivación para facilitar en mis alumnos su progreso mediante un aprendizaje continuo y activo.
Soy Maestro, porque experimento alegrÃa y satisfacción al promover sanos y productivos logros de convivencia social mediante normas de urbanidad y enraizamiento del criterio moral de mis alumnos.
Soy Maestro, porque acepto como compromiso de vida fundamental promover la formación de niños y jóvenes en el respeto a la vida, la vivencia de la paz como derecho y deber, la preservación de los hábitats y de la biodiversidad, como medio de salvar la vida en el planeta y de asegurar una vida saludable, la de ellos y las de las subsiguientes generaciones.
Soy Maestro, porque creo y fomento la identidad única de cada persona, asà como la cultural y la nacional.
Soy Maestro, porque entiendo y practico el principio de que el uso propio de un lenguaje enriquecido promueve, fundamenta y libera el potencial humano de la autonomÃa cognitiva, moral, ética y polÃtica.
Soy Maestro, porque al asumir mis deberes y compromiso sociales encuentro alta satisfacción en perfeccionar mis habilidades comunicativas, innovar en la enseñanza e incorporar de manera creativa y crÃtica los avances cientÃficos y tecnológicos para mejorar los aprendizajes.
Soy Maestro, porque reconozco y creo en la importancia para el progreso humano de los avances en ciencias, tecnologÃas, las diversas disciplinas humanas, las expresiones artÃsticas y en las diversas manifestaciones culturales.
Soy Maestro, porque creo y practico el principio de aprender a aprender de manera constante, a diario y durante toda la vida.
Soy Maestro, porque creo en la necesidad de tener una perspectiva y comprensión de los diversos eventos locales, nacionales y del mundo que afectan la vida de todos.
Soy Maestro, porque me complazco en emplear variedad de métodos y de enriquecidas relaciones pedagógicas con mis alumnos para asegurar el aprendizaje con alegrÃa y el éxito en llegar a ser seres integrales.
Soy Maestro, porque creo que la formación integral se alcanza promoviendo la salud fÃsica, mental y la alta motivación intrÃnseca de los estudiantes con el constante y necesario apoyo de sus padres.
Soy Maestro, porque tengo un concepto positivo de la naturaleza humana y reconozco que toda persona tiene el derecho a desarrollar su inteligencia, sus aptitudes, intereses, la creatividad, asà como sus potenciales cognitivos, afectivos, laborales y sociales.
Soy Maestro porque tengo la convicción de que no tiene cabida ninguna forma de exclusión social o académica, de discriminación o de selección darwiniana de los supuestamente más aptos.
Soy Maestro, porque practico el bien supremo de la solidaridad humana al dedicar la vida a la formación del carácter y de la personalidad plena y sana de las distintas generaciones, a personas capaces de ser solidarias en una comunidad mundial integrada y rica en diversidad cultural.
Soy Maestro, porque promuevo la búsqueda libre del conocimiento y el acceso a los recursos de información como un derecho fundamental inalienable.
Soy Maestro, porque formo ciudadanos con memorias enriquecidas y hábitos saludables para la fruición gozosa de la verdad, la belleza, lo justo y la bondad.
Soy Maestro, porque doy prioridad al desarrollo socioemocional como parte fundamental de los logros en la escuela, la familia, la sociedad y también en el mundo laboral.
Soy Maestro, porque preservo y practico la ley incluyente del aprendizaje con base en la cual todos los seres humanos, incluidas las personas con habilidades diferentes, pueden aprender a aprender de modo constante y desarrollar sus habilidades para tener una vida socialmente productiva.
Soy Maestro, porque acojo y practico la ley del aprendizaje social, colaborativo y solidario. Concurrente con ella, tengo la convicción y aplico la ley del aprendizaje situado, prescriptivo e individualizado, mediante la integración de distintas disciplinas, arte, cultura, ética, ciencias y tecnologÃas. (Véanse las leyes del aprendizaje escolar aquÃ: https://rb.gy/ni7bv).
Soy Maestro, porque defiendo mis derechos como educador y porque promuevo la innovación y el progreso constante de la profesión.
Soy Maestro, porque es más satisfactorio y gratificante serlo más por convicción que por oficio.
Recuerde que usted también puede ser Maestro, formador de las nuevas generaciones como personas cultas, educadas, seres Ãntegros, de buenas y sanas costumbres, llenos de los valores supremos, solidarios y con riqueza interior, amantes de la democracia, formados para vivir en armonÃa y paz con todos los humanos y con la naturaleza.
Sé, sé tú también un Maestro y contribuye a cambiar al mundo, para bien de todos.


Más historias
Crónica # 1269 del maestro Gardeazábal: El año del Papagayo
Los Susurros de Kico Becerra
Desmonto la calumnia de Elizabeth