“Son los fundamentos de la historia del país, y de París, los que desaparecen entre las llamas. Es muy duro”, decía Cyril, un parisino treintañero con los ojos enrojecidos, emocionado ante la imagen devastadora de las llamas que desde finales de la tarde del lunes devoraban la catedral situada en pleno corazón de la Ciudad de la Luz, de la que es uno de sus principales símbolos. (Vea las imágenes).
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