¡Manda cáscara!

Por Carlos Gustavo Álvarez 

¡Basta! Para acallar tanta alharaca, la mala cháchara, vana algazara, cantan la tabla, alzan palabras sagradas las almas mansas.

La plaga ataca a la masa, abarca razas, plazas, playas, casas. Saca canas, acaba ganas. Al sátrapa atrapa, laza papanatas, caza malas calañas, harta al bajá, apaga flamas la malhadada. Mata, traza a mansalva la marca rara, la racha tacha.

Saca babaza a la calabaza, amansa al alacrán. Falta la plata para la casa, las arcas acaban avasalladas, magras, abarrancadas cada mañana. Balada amarga, cansada lanza a la galanga a la alta dama, llama a la canallada, acarrala la vana máscara, a la macana la chanta cara a carcajadas. Carga la adarga, la lanza, la carcasa para acabar la alcazaba sana, ¡tal la algara!

Hasta la Pachamama anda mamada.

Mafalda clama: “papá, mamá: ¿acaba la naranjada? Ajá, partan la manzana, al pan, ¿pan pararan pan pan pan?”. Pasará la trastada, la acalambrada, la tarada. Haga planas, mantas, Chat, whatsapp, bata mazas, ajaspajas, la plancha, anagramas: lata, alta… ¡Tantas carajadas aplazadas a las patadas! Acaba ya la palabra jamás: ¡Abracadabra!

Carnal camarada caza palabras (alaba la mar, la hamaca, la gafa alza, carnaval avala), a rajatabla arma andanada alargada (a, la más ajada): Santa Bárbara, Sabanalarga, Amagá, Tarazá, Granada, Anzá, Galapa, Calamar, Samacá, Santana, Caldas, Paya, Samaná, Sácama, Támara, Gamarra, La Apartada, La Palma, Faca, Gachalá, Galán, Gama, Manta, Pasca, Baraya, La Plata, Nátaga, Barrancas, Santa Marta, Santa Ana, Zapayán, La Llanada, Mayama, Aldana, Albán, Calarcá, Charalá, Málaga, Matanza, Charta, La Paz, Palmar, Chalán, Chaparral, Planas, Saldaña, Falan, Alcalá, Zarzal, más Aracataca, lar, altar, la, la, la…

Más allá la cabra afamada (lanar alma) salta la barda, bala alta, amasa calma. Nada afanada, vaga alada a la amada alba. Las patas planta, alza las barbas a la maraña. Acanalada tras las matas saca la panza.

Hasta acá va narrada la fasta. Abba: ¡para la mala baza! La paz abarcará, alcanzará, abalanzará, abrazará, apapachará, amará a Sara. Amamantará hasta a la blanca gata Ágata. La flaca Amaranta alzará la falda, la bata, ¡andará a la catarata a nadar!

Alaya, ananda, anatman, arhat, bhagavan, tathagata: calmad naraka, alcanzad samsara.

Acaba, ¡ah!, tanta zancada plasmada a la Carta, Magna, Alfa – Gamma, tal karma, tata Radragaz. Pasa a la pantalla la más halagada cantata trazada a Manga. Hada amansada, hablada, maná, atada a Amanda Argañaraz vas:

“Acá van las palabras más francas para alabar a Amanda Argañaraz, alma arrastrada a la Nada tras la malhadada batalla para alcanzar a amar al canalla más falaz; batalla parada tras larga zaranda para acabar abrazada a la Parca arrastrada al mar. ¡Acallad las amargas palabras! ¡Paz para Amanda Argañaraz!”. Caramba… acá la argamasa para cañar: “Amanda amaba a Barrabás Ayala… ¡Más Barrabás andaba tras Ágata Zapata, azafata naval!”.

Ah… ¡Atrás, Satanás! Acata a Baal, aparta ya la lacra, basta la vasta carga, larga, ancha, falaz, ala, chata. Para Trafalgar atafagada va la vaca bacana. Nada más, casta amada. A la cama, agradada. Canta Zaz. Ojalá… ¡Zaz!

(Columna publicada originalmente en el diario económico Portafolio).