Juan José Pérez solo tenía 13 años de edad, una vida llena de sueños y metas por cumplir y una granada le arrebató la oportunidad de vivir.
Esa granada hace parte de una guerra absurda que de manera clandestina y soslayada se lleva desde hace décadas en las comunas de la ciudad de Medellín.
Las comunas de Medellín, esos sitios acogedores y llenos de protagonistas anónimos, de historias fantásticas e increíbles sobre superhéroes que luchan día a día con la estigmatización y la violencia en sus territorios
Esas comunas que esconden muertos, drogadicción y que día a día ven como la guerra y los intereses de los poderosos les arrebatan a sus jóvenes, si, jóvenes que son el futuro del país, como establecen todas las campañas publicitarias institucionales pero que paradójicamente son los más olvidados por el Gobierno.(Lea la columna).
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