Por Francisco becerra
La emoción de oír cantar mayoritariamente el himno nacional, en un estadio ubicado en Australia, antes de un partido de nuestras jugadoras del seleccionado femenino de fútbol, no tiene precio. Gracias a estas deportistas, por habernos dado una dosis de orgullo patrio y demostrarnos que, cuando nos comprometemos podemos grandes cosas.
Contrasta ese orgullo con las vergüenzas que pasamos internacionalmente esta semana:
- La primera, al conocer que los sicarios que asesinaron al candidato a la presidencia del Ecuador son colombianos.
- La segunda, la nueva desaparición misteriosa de Petro en Brasil. Ya deberíamos estar acostumbrados a que Petro no llegue y se esfume; lo ha hecho con gobiernos extranjeros y en todo tipo de reuniones nacionales. Esta anormalidad, hasta ahora, no ha sido explicada por el gobierno, lo que genera todo tipo de especulaciones.
Se dice que, el presidente está padeciendo una enfermedad grave que lo lleva al incumplimiento de su agenda de compromisos, por lo menos una vez en la semana. Otra versión gira sobre el abuso del primer mandatario del alcohol y otras sustancias alucinógenas; otra hipótesis habla de su dificultad para despertar, es decir, por su pereza.
Cualquiera que sea la causa, es indispensable e inaplazable una explicación oficial al respecto. No es normal ese comportamiento y la nación necesita saber de qué padece el presidente. Este misterio está generando mucho daño al gobierno y a la credibilidad en la estabilidad presidencial.
Increíble lo que pasó en Brasil, en la cumbre sobre la Amazonia, dónde se presumía que, Petro iba a ser la estrella. Sus propuestas sobre la gran fuerza armada para defender ese territorio y de un alto Tribunal de Justicia para juzgar a quienes atenten contra la naturaleza en la cuenca Amazónica, fueron desechadas por sus colegas presidentes. Fue realmente notoria la falta de liderazgo de Petro en ese foro; Lula lo remató con la negada absoluta de la propuesta de eliminar los combustibles fósiles de la región; ¿sería por eso que se escondió para la foto y se esfumó un día?
Ñapa: Absurdo que, un gobierno que todo el día habla de reforestar y mantener los bosques les haya puesto impuestos a los bonos de carbono. Esto ha traído como consecuencia que, no se vendan los bonos de carbono colombianos y las empresas generadoras de contaminación estén comprando bonos similares en otros países.
Ñapita: Otra vergüenza nacional fue la sanción que le pusieron los gringos al Grupo Aval, por ser cómplice del escándalo lo Odebrecht; que el grupo financiero más importante del País esté metido en ese embrollo de corrupción internacional, e una ofensa al pueblo honrado de Colombia. Increíble que allá pagan con dinero el delito y aquí, ni sanción penal, ni moral y no se recibe ni un peso.
Supernoticias. Juanpaz.net Calitv. CNC+. Oye Cali. News Full Cali. Caliweb.
https://www.facebook.com/Susurros-de-Kico-Becerra-102919258686903/
Más historias
Vistazo a los hechos: Colombia va muy mal, y la oposición peor
Contracorriente: Monseñor José Joaquín Arteaga, a 100 años de su muerte
Habilidades digitales: esenciales en la migración masiva hacia las galaxias digitales