1 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La justicia llega y es justicia

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

Recuerdo como si fuera ayer el momento en que las autoridades descubrieron que el Fiscal Nisman a quien escuchamos, con el lenguaje firme de los justos, anunciar que estaba terminada la investigación sobre el atentado contra el Club Hebreo de Buenos Aires donde murieron 70 personas, en la cual se había  comprobado la participación de Hezbolá con un comando llegado de Venezuela vía la Guajira y un Comando terrorista iraní. Lo que quedaba a la expectativa en el informe que daría Nisman era si la información que involucraba en ese terrible atentado a Cristina Kirchnner era cierto. Pero Nisman el día que iba a leer su informe apareció tirado en el baño de su apartamento y con un tiro en la cabeza. El encargado de su vigilancia había desaparecido esa noche y hoy está detenido para sr juzgado. Con el cinismo que la caracteriza, K. como la llaman sus irrestrictos seguidores, se declaró escandalizada “por el suicidio” de Nisman. Y santas pascuas hasta aquí en una justicia que K., había comprado para poner a su disposición. 

Juan José Sebreli el gran historiador declaró ante esta fechoría – y yo recogí esa denuncia- que había muerto la democracia argentina al ser comprados sus jueces. 

Con el histrionismo propio de una mujer que se cree que está hablando directamente al tribunal de la Historia que según ella, “ya la absolvió”, K. no dejó de burlarse de todo y de hacer parodias de los grandes tribunos como en aquella ocasión en que ante un grupo de damas peronistas le anunció al Fondo Monetario Internacional “ella” no le pagaría la crecida deuda externa de Argentina. Hasta que sucedió la insólito, un Fiscal Diego Luciani quien había llevado acompañado de un grupo de especialistas una investigación en contra de K. por corrupción notificó al país el pliego de acusaciones en su contra y algunos de sus compinches corruptos hoy ya condenados.  

El discurso de defensa llevado vanidosamente por ella misma fue otra parodia lamentable de alegato jurídico hecho desde la perspectiva de que nadie podría enjuiciarla, de que todo el pueblo argentino se levantaría contra ese fallo. 

La condena a K. a seis años de arresto domiciliario y a la pérdida de sus derechos políticos la dejaron como pudimos ver con la boca abierta y los crespos hechos. La Causa Vialidad por la cual acaba de ser condenada no incluye su juzgamiento por Hotel Sur Los Sauces y por la Ruta del Dinero. Con las trescientas toneladas de pruebas irrefutables, Luciani recuperó la dignidad de un juez en la tarea de imponer la verdad de los hechos ante una justicia degradada por el kirchnerismo.  

Ahora recordamos a Julio César Strassera Fiscal que puso en la cárcel a los Dictadores de la Junta Militar por sus crímenes. La figura del ser moral capaz de imponer la justicia sin arredrarse ante los atentados, los intentos de humillación de sus colegas de gremio nos devuelven la fe en la tarea moral de la Justicia ante una sociedad indecente.  

La histérica reacción de representantes de este populismo como Baltazar Garzón, Enrique Santiago, Ione Belarra, López Obrador, Pablo Iglesias, Echenique, Córdoba, y toda la bazofia populista, certifica lo que este juicio representa como una vía luminosa hacia la libertad y no la opresión de los pueblos.  

El títere de Alberto Fernández intentando intimidar a Luciano le recordó que no podía recurrir a una pistola tal como Nisman lo había hecho. La brutalidad, la ignorancia tienen un límite en la opresión de las sociedades. Nadie le ha hecho tanto mal a Colombia incentivando la violencia, la corrupción como Santos al politizar nuestra justicia.