4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La Guerra en la Era Digital

Rafael Bravo
https://rafaelibravo.blogspot.com/

Por Rafael Bravo (foto) 

“Certainly, information war is a normal part of every conflict, but here what’s impressive is that it’s being done by individuals on a large scale,” 

“Ciertamente, la guerra de la información es una parte normal de todo conflicto, pero aquí lo que es impactante es lo que se está haciendo por personas, individuos a gran escala’’. Jonathan Coopersmith, professor de Historia. 

La invasión rusa en Ucrania da nuevas luces sobre el papel del internet en medio de los conflictos armados en la era digital. En las anteriores guerras mundiales el mundo carecía de teléfonos inteligentes o acceso a redes sociales. Saber lo que estaba ocurriendo tomaba días y en algunos casos hasta semanas. En muchos países la libre expresión era prohibida y la tecnología, una idea de unos pocos soñadores. Quienes vivían alejados de las zonas de combate no sufrían con tanto rigor los efectos del conflicto pues en gran parte eran personas del campo dedicadas a sus parcelas. 

A medida que pasa el tiempo nos hemos convertido en una gigantesca masa que se concentra en zonas urbanas y parte de una clase media conectada con el mundo en tiempo real. Las cifras más pesimistas indican que el número de teléfonos inteligentes no es inferior a 3 mil millones de aparatos, es decir, casi la mitad del planeta. Gracias a ese avance cualquiera puede ver en vivo y a color lo que ocurre en Ucrania. 

Los satélites de la firma norteamericana Maxar desenmascararon la mentira del Kremlin según la cual los muertos en la localidad de Bucha habían sido fingidos. Desde el aire se veía cómo los cadáveres yacían en las calles luego de ser asesinados por soldados rusos. También se supo que, gracias a otra tecnología Alemania pudo interceptar conversaciones que confirman los crímenes y cómo esto serviría para un posible juicio ante la Corte Penal Internacional. A Putin y sus comandantes en el campo de batalla al parecer poco les importa que sus órdenes y acciones dejen un registro imposible de borrar y que muy seguramente se van a convertir en evidencia de sus crímenes. 

Telegram, la aplicación de mensajes encriptados que fue idea de un par de ‘’nerds’’ informáticos rusos y que paradójicamente opera desde Dubái, es la vía para que los refugiados ucranianos y ciudadanos rusos aislados del mundo digital puedan acceder a lo que está ocurriendo con el conflicto. Hay que recordar cómo Rusia desde un comienzo ha intentado no solo desconectar a Ucrania del resto del planeta, sino que su aparato propagandístico pinta una realidad totalmente diferente a sus compatriotas. Entretanto, el gobierno de Ucrania apeló a donantes de su causa por redes sociales logrando recaudar más de 70 millones de dólares en criptomoneda según relata el analista Tom Friedman en su columna del New York Times. 

Asimismo, Anonymous, el misterioso grupo que opera en la red como un ciber denunciante se ha adjudicado la responsabilidad al deshabilitar varias dependencias del Kremlin, hackeando agencias rusas y robando datos de Roskomnadzor la entidad encargada de censurar a los medios de comunicación que divulgan información negativa. Un esfuerzo del gobierno de Putin por justificar la invasión mediante la desinformación. 

Elon Musk fundador de Tesla y Space X suministró 5 mil terminales satelitales Starlink al gobierno de Ucrania y a quienes residen en sitios remotos para tener acceso a internet. La tecnología de Starlink no requiere de sistemas de fibra óptica para conectarse a la red, sino que lo hace a través de satélites. Usando Twitter, TikTok y redes sociales los ucranianos suben fotos, videos e historias que muestran a sus soldados y población civil enfrentando a las fuerzas invasoras. 

Estas formas de comunicación digital han mutado de modo que esta guerra sea la más accesible en la historia de los conflictos. A su vez, las tecnológicas o Big Tech han dado pasos para restringir los embustes del Kremlin. YouTube anunció un bloqueo global de todos los medios rusos y sacó de circulación mas de mil canales y 15 mil videos. Facebook restringió el acceso en la Unión Europea a canales tan populares como RT y Sputnik. Twitter hizo una pausa de la publicidad en Rusia y Ucrania y Apple ha dejado de vender por el momento sus productos en ese país. Tampoco es posible entrar a Netflix allí. 

La era digital nos deja muchas lecciones sobre su utilidad informativa pero también sobre la creciente dependencia de los usuarios que hace muy complejo entender la realidad de la guerra con sus muertos y ese desgarrador desplazamiento de millones hacia un futuro incierto y doloroso lejos de su tierra y raíces con su honor nacional mancillado.