2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La fiesta de los locos y el día de los santos Inocentes

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. 

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Antes de continuar con la lectura de este artículo ha llegado una recomendación muy importante. Como ocurre cada fin de año las plataformas de comunicación social se congestionan de manera inusitada y es posible que usted pueda perder la oportunidad de enviar, recibir y leer tantos mensajes de sus contactos llenos de felicitaciones, buenos augurios y dicha deseada para el año nuevo, esos que usted espera poder enviar y recibir en estas fechas tan importantes.  Para evitar que esto ocurra la recomendación dice que desde hoy y hasta más tardar a las 11 y 59 p. m. del día 28 de diciembre presione el botón de apagar de manera sostenida por 130 segundos exactos y a continuación  vuelva a encender su celular. Así podrá evitar el bloqueo, enviar y recibir todos los mensajes de este fin de año sin ninguna interrupción; de lo contrario, podría tener una frustrante situación debido a que no le funcionará la aplicación sino después del seis de enero. Es importante y necesario mantenerse en contacto con todos sus familiares y amigos en esta época de distanciamiento y confinamiento forzoso. Para que la recomendación funcione debe hacerlo antes de que finalice el día de los Santos Inocentes. 


Llega y pasa como todos los años el día de los Santos Inocentes. Cómo es bien sabido, el 28 de diciembre de cada año se rememora la matanza en Belén de niños inocentes menores de dos años, que se ha calculado en 30, la cual se llevó a cabo respondiendo a órdenes de rey Herodes de Judea, quien deseaba preservar su poder y su reino. Ese rey tenía avasallado al pueblo del Israel y conocía bien la profecía del Antiguo Testamento que decía: “Lo que Dios me mostró no ha sucedido; todavía está en el futuro. Se levantará en Israel un rey que brillará como una estrella. Derrotará al pueblo de Moab; destruirá a los que han hecho del desierto su hogar”. (Libro de los Número 24,17). 

Ese anuncio profético era una indicación clara bien reiterada en las Santas Escrituras de que el Mesías reinaría sobre todos los pueblos de la tierra y que acabaría con la dominación el imperio romano sobre Judea. A ese nuevo rey, el que llegaría con una estrella de fulgurante brillo, fue el mismo que los tres sabios de oriente buscaron en la primera peregrinación cristiana, hacia Belén de Judea, para encontrarlo y adorarlo. Esos tres sabios le dijeron a Herodes que el rey, el verdadero rey, había nacido en Belén de Judea, porque así estaba dicho por el profeta: «Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel». (Mateo 2:6). 

El episodio de la masacre de los niños inocentes es narrado en el Evangelio de San Mateo, quien resaltó que el Divino Niño después de regresar con sus padres de la huida a Egipto: «vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado ‘Nazareno’». (Mateo 2 – 23). 

Por ser el 28 de diciembre día de los Santos Inocentes podemos recordar que abundan en los Evangelios menciones al valor e importancia de la inocencia ante los ojos de Dios.  Ejemplos: «Quiero que sean sabios para lo bueno e inocentes para lo malo», «Aléjate de acusación falsa, y no mates al inocente ni al justo, porque yo no absolveré al culpable», «Practica el derecho y la justicia, no maltrates a otros ni derrames sangre inocente».  Se puede recordar al centurión cuando frente a Cristo crucificado glorificó a Dios diciendo: «Ciertamente, este hombre era inocente»; mientras que Judas arrepentido reconoció: «He pecado entregando sangre inocente». (https://rb.gy/idwaarhttps://rb.gy/o6hmnt). Y Jesucristo a sus apóstoles: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él. Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos». (Marcos 10:13-16). 

La inocencia está en la naturaleza misma de los niños. Los adultos para acceder al reino de Dios estamos moralmente obligados a mantener nuestra inocencia como la de ellos, tal como lo expresó el Mesías. Los niños tienen una inocencia pura y mágica: Sus miradas transmiten paz y confianza, muestran permanente curiosidad para aprender, siempre saben perdonar, hacen amigos y los aman, mantienen su amor por los animales y dan buen trato a la naturaleza. En la inocencia habita la sinceridad del corazón, esa que nos alegra al oír sus preguntas, conversaciones y elaboraciones llenas de fantasías inocentes y sencillas; sus comportamientos manifiestan sus alegrías, ilusiones, sanos deseos y altísimo nivel de imaginación. (https://rb.gy/ddemfchttps://rb.gy/kcpx6t).  

Se dice que en 1582, bajo el papado de Gregorio XIII, el mismo que inventó el calendario  llamado gregoriano por el que nos regimos  hoy,  un arzobispo de nombre John Nabisco III creó el día de los Santos Inocentes para reemplazar un rito pagano  que se celebraba al final de cada año, el cual  era llamado la Fiesta de los Locos. En honor a ese arzobispo se creó en 1904, haciendo uso de ese apellido, una compañía transnacional, la Nature’s Biscuit Consortium, que desde entonces fabrica biscochos con receta súper secreta, de la cual se dice que fue inventada en un manicomio, lo que siempre se ha tomado como muestra de que no todos los residentes en los frenocomios o sanatorios psiquiátricos han perdido la cordura.  


En estos tiempos de redes sociales y de la infodemia que se crea con las fake news, preste atención a lo que le sugieren que usted haga o deje de hacer porque podrá acabar actuando como un santo inocente, descuidado y fácil de engañar. Y le llegarán de cortesía abundantes dulces bizcochos bendecidos por el arzobispo John Nabisco III, en remplazo de los buñuelos navideños. Se precisa que recuerde que inocencia por etimología significa “no dañino”, mente y espíritu carentes de culpa. También significa: Integralidad, moralidad, pureza, honestidad, decencia, ingenuidad, candidez y credulidad.  

En años recientes los tradicionales buñuelos de Navidad han sido considerados como una competencia intolerable para la Nature’s Biscuit Consortium, compañía que los considera un producto propio del subdesarrollo y de los paladares nada refinados. Piensa que disminuyen sus potenciales ventas y ganancias en una población que merece mejores sabores; reconocen como empresarios que tienen ahí un mercado viable y valioso. Por lo tanto, se han fijado la meta para el 2023 de haber eliminado la injusta y enraizada tradicional competencia del buñuelo navideño frente a sus bizcochos de excelente sabor con ultrasecreta receta y con 18 patentes vigentes. Empresarios nuestros y grandes cadenas de almacenes ya han solicitado ser concesionarios del maravilloso producto que un día surgió a partir de una de pagana Fiesta de Locos. Eliminarán la competencia del humilde e inocente buñuelo, cuestión que usted aceptará a menos que no permita ser tomado por inocente.  

Se precisa recordar el dictum latino que dice: «Transiet per eam off innocentes. Ne fidem omnium quae dicunt».