1 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

EPM: Un nuevo atropello

Francisco Valderrama

Por Francisco Luis Valderrama A. 

No corren buenos tiempos para EPM.

Esos males empezaron hace rato. Desde la elección popular de alcaldes para ser preciso. Cada uno de ellos, unos más, otros menos, pero todos sin excepción, tiene su cuota de responsabilidad en la situación actual de nuestra entidad insignia. Ninguno supo interpretar plenamente su autonomía ni dimensionar la necedad de cambiar al gerente de EPM simplemente porque había un nuevo alcalde. Bueno: esas aguas trajeron estos lodos. Lentamente, la empresa fue perdiendo su visión de largo plazo y su autoestima como entidad descentralizada. Por esa vía llegamos a la actual explosión de irresponsabilidad, clientelismo y politiquería que ciertamente no empezó con Quintero, pero si llegó a su climax con él.

EPM se hizo grande porque los que llegaban aprendían de los de adentro y a su vez enseñaban con su propio bagaje técnico, intelectual y ético. La masa crítica, el conocimiento fluía al interior de un organismo AUTONOMO. Pero esa cultura se ha venido destruyendo porque lo que llega procede cada vez más de la baja política o de intereses empresariales mezquinos. Así se ha destruido y deslegitimado el sector público. Y así van a destruir a EPM

Deplorablemente el señor alcalde, carente de estatura para aglutinar, prefirió igualar el nivel de sus opositores y gobernar desde la bajeza, desde la revancha, desde la intemperancia de la mayoría de sus críticos, encabezados por un diario local, que, en vez de ejercer una sana y necesaria oposición, extravió su compromiso con la necesidad de informar con equilibrio y prefirió sacrificar su credibilidad como frente de información, sino imparcial, por lo menos sí intelectualmente honesta.

Así llegamos al hoy. Tenemos un alcalde que llegó a hacer lo mismo que tanto criticaba en campaña. En vez de combatir la toma hostil de EPM por intereses políticos y empresariales de distinta índole, decidió profundizarla. Su promesa de cambio se disolvió en clientelismo en favor de sus propias huestes. Como si la praxis política se redujera al simple cambió de depredador y no a una manera decente de practicarla.

En ampuloso comunicado, redactado en un lenguaje digno de causas más nobles, acaba de anunciar la entidad un “Ajuste disruptivo a la estructura de la vicepresidencia de recurso humano… para facilitar una adaptación ágil…. y responder a las necesidades y experiencias del cliente interno… que podrá extenderse a otras dependencias… y un tiempo de implementación hasta el 1 de

mayo”. Canutillo y lentejuelas para disfrazar un nuevo atropello laboral, justamente ad-portas de la entrada en vigor de la ley de garantías que no permite movimientos de personal seis meses antes de la elecciones regionales que se efectuaran el 29 de octubre.

Un “ajuste disruptivo” que sacrifica personal de muchos años de servicio a la institución y prefigura lo que podría ocurrir en otras dependencias. Gente honorable, merecedora de respeto. La dignidad reside en las personas, no en los cargos. Y la jerarquía es de los cargos, no de los individuos. Hay maneras más transparentes de hacer ajustes organizacionales sin maltratar ni humillar a nadie. ¿Se necesitan tres años para identificar funcionarios que no garantizan respuestas agiles a las necesidades internas? ¿De verdad nos creen tan pendejos para creer semejante justificación, justamente antes de la vigencia de la ley de garantías?

Uno de los sindicatos existentes al interior de la organización denuncia que, entre las personas sacrificadas, hay una que padece serios problemas de salud. Son ya asuntos de simple humanidad. ¿Pero qué otra cosa se puede esperar de una administración que no tiene empacho en retirar el servicio médico a pensionados, funcionarios activos y sus respectivos beneficiarios? Esa empresa todavía excelente que hoy depredan fue construida con el esfuerzo colectivo de las personas que hoy maltratan.

Febrero 5 de 2023