2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

EPM, bienvenida a la cordura

Jose Hilario Lopez

@EPMEstamosahi @AlvaroGRendon 

Por José Hilario López

La reciente renovación de los contratos que EPM tiene con sus subcontratistas en Hidroituango es una primera garantía de que el gran proyecto hidroeléctrico pueda entrar en operación a partir del año 2022, cuando deberán empezar a generar energía las primeras dos turbinas, de la ocho que conforman la gran central de generación eléctrica.  

Aunque persisten otros riesgos ya de orden técnico o físico confiemos en que puedan ser superarlos de manera exitosa, dada la demostrada capacidad de ejecución y la gran experiencia del consorcio constructor CCCI, así como de Integral diseñador-asesor y del interventor Ingetec Sedic, todo con el decidido apoyo de EPM. 

Con el salvamento de este primer riesgo de orden jurídico que amenazaba la terminación de Hidroituango en los plazos exigidos, gana el país, ganan los ecosistemas, gana EPM y gana la ingeniaría nacional. Gana el país ya que con la entrada de la energía de Hidroituango al Sistema de Interconexión Nacional en el 2022 se evitaría la posibilidad de un racionamiento impensable en tiempos de pospandemia y/o la necesidad de una mayor y más costosa generación térmica con gas importado. Ganan los ecosistemas con una mayor generación hidroeléctrica y una menor emisión de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global. Gana EPM ya que la pretendida demanda contra sus subcontratistas en Hidroituango, según conceptos de eminentes juristas, es una demanda contra sí misma y, que por otro lado entregaría un incontrovertible argumento a los aseguradores para rechazar el cubrimiento por el siniestro de abril de 2018 y/o exigir la devolución de las sumas ya reconocidas, a lo cual se sumarían más demandas por parte de las comunidades afectadas por la contingencia. 

A la renovación de los referidos subcontratos, sólo falta que EPM retire la demanda por 9,9 billones que contra los mismos interpuso a mediados del presente año, o en sus defecto posponga la obligada conciliación prejudicial hasta que se termine el proyecto y se inicie el proceso de liquidación de los subcontratos, tal como lo hemos venido proponiendo desde nuestro grupo de ingenieros egresados de la Facultad Nacional de Minas en el año de 1964 (Minas 64) con el documento “Consideraciones sobre la estrategia de arreglo con los contratistas de Hidroituango”, ampliamente divulgado por la prensa nacional y materia de un Foro Académico que realizamos a principios del pasado mes de noviembre en la Facultad Nacional de Minas. Sin lugar a duda, el trabajo realizado por nuestro grupo Minas 64 y la Facultad de Minas en el caso Hidroituango, que ya empieza a mostrar resultados, es algo para celebrar y sobre todo porque abre el camino a la integración de la Comunidad Académica, conformada no sólo por sus directivos, profesores y estudiantes, sino también, y parte esencial, por sus egresados. 

Vale la pena registrar los antecedentes del documento Minas 64 atrás referenciado, aunque en este registro peque de inmodestia. Todo empezó cuando a principios del año 2019 en una reunión del Centro de Pensamiento de la Universidad Escuela de Ingeniería-EIA, a la cual asistí como invitado, mucho antes de la pretendida demanda de  EPM pero cuando ya el Ex Gobernador de Antioquia Luis Pérez había iniciado la caza de culpables por la contingencia de Hidroituango, el ingeniero Javier Genaro Gutiérrez, por aquella época  miembro de la Junta Directiva de EPM,  me explicó el proceso mediante el cual, como presidente de Ecopetrol y de la Junta Directiva de la Refinería de Cartagena-Reficar, logró implementar para terminar exitosamente el proyecto, pese a los graves conflictos que surgieron entre Ecopetrol, la dueña de Reficar, y sus contratistas. La fórmula Reficar, coincidimos, sería el mecanismo que deberíamos analizar para logar avanzar con Hidroituango, iniciativa que el ingeniero Javier Genaro nos explicó ampliamente en una reunión del Grupo Minas 64, celebrada una vez que EPM a mediados del presente año anunció la demanda contra sus subcontratistas. 

Estamos empeñados en ver cómo ayudamos a sacar adelante a Hidroituango la mayor obra de infraestructura jamás concebida por la ingeniería colombiana, así como en recoger la experiencia y aprendizajes para enriquecer el conocimiento de nuestra profesión y del país, con el propósito que pueda ser aplicable a futuros proyectos. Nuestro libro “Hidroituango, desafíos y enseñanzas”, ya disponible en las redes sociales y próximamente publicado por el Centro Editorial de la Universidad Autónoma Latinoamericana, busca aportar algo en este propósito.