18 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

ELN, cruel y sanguinario asesino de dirigentes del ELN

jose obdulio gaviria

Por José Obdulio Gaviria 

Danilo Rueda, “Alto Comisionado de Paz”, sabe que la cúpula del ELN ordena un asesinato con la misma frescura con la que un porcicultor sacrifica gorrinos.

El ELN ordenó asesinar al Fiscal Barbosa, pero Rueda declaró que si el ELN “(manifestó) que no tiene responsabilidad en este tipo de supuestos planes es totalmente creíble”. Es cierto: al ELN no le da vergüenza reconocer que mata; pero tampoco le da pena mentir. Si le conviene negar un asesinato (cometido o por cometer), asesinará y mentirá.

Los periodistas y los académicos muy jóvenes no tienen grabada en la retina la condición asesina del ELN. No es una frase para “sabotear la paz”. Es una constatación que se hace, paradójicamente, si se lee la abundante literatura escrita por los propios “elenos”.

Danton dijo que, como Saturno, la Revolución devoraría a sus propios hijos. Efectivamente, el ELN es un cruel y sanguinario asesino de dirigentes del ELN. Su historia oficial y autorizada, Rojo y Negro, escrita por Milton Hernández, miembro del COCE, no tiene capítulo donde no se narren “enjuiciamientos y ajusticiamientos” de militantes. Este es el link para quien lo quiera leer

(academia.edu/8145674/Rojo_y…)

El fundador y jefe, Fabio Vásquez Castaño, se salvó de ser fusilado porque se refugió en Cuba (allí lo trataron como a un loco perseguido por locos). Su sucesor, el Cura Pérez, pasó una noche amarrado a un árbol esperando la ejecución. Lo salvó una rara inspiración mística de no recuerdo quién.

Otros fundadores, Víctor Medina Morón, Julio César Cortes y Heliodoro Ochoa, fueron ejecutados «por traición a la causa guerrillera» en 1968. Entiendo que los “fusilaron” con un cuchillo para economizar balas.

A Lara Parada, segundo comandante, lo declararon “desviacionista y divisionista» y un comando -como el que preparan en Venezuela para el Fiscal Barbosa- lo acribilló en Barrancabermeja. A Jaime Arenas, dirigente Universitario, le descerrajaron varios tiros en una calle bogotana.

Petro (presidente) y Rueda (Comisionado) saben con quién, por qué y para qué están negociando, pero dudo que la mayoría de los demócratas colombianos entiendan las consecuencias de “institucionalizar” a unos criminales cuyo “plan de vida” pasa por la muerte de todo aquel que los enfrente y que reconocen que se financian con secuestros y narcotráfico.