Y es que todo lo vuelven una escandalera, a menos que lo que convenga sea un silencio cómplice, según el caso. Un ejemplo de este es el tema del ingreso de dineros de Odebrecht a las dos campañas de Santos, asunto del que la mayorÃa de los medios se han dedicado a ser sepultureros. El affaire de Santos es tan espurio como el de Samper, pero los medios justifican su silencio como en sugerencia de que todo se valÃa por «la paz», un silencio que fue comprado por esa administración con dinero a rodos.
En cambio, todo lo que conlleve a criticar al Gobierno, a las Fuerzas Militares o al uribismo, se convierte en una algarabÃa a mañana, tarde y noche. Eso se comprueba solo con ver la hipócrita barahúnda con la que se ha tratado el tema de las muertes de supuestos lÃderes sociales, que absurdamente se le quieren achacar al presidente Duque. La marcha que organizó la oposición para protestar contra esos crÃmenes tenÃa el trasfondo de arremeter contra el gobierno como sucedió en Cartagena, donde el Presidente se unió a la marcha y fue tratado hasta de asesino.
Sin embargo, Lo que muchos ocultan es que si miramos por el retrovisor encontramos de nuevo que casi todos los grandes medios callan a favor de Santos. Según la ONG de izquierda Indepaz, «entre el 1 de enero del 2016 y el 20 de mayo del 2019, 837 lÃderes sociales, defensores de Derechos Humanos y ex combatientes de Farc fueron asesinados en todo Colombia» (El Tiempo, 12/06/2019).
De estos, 702 eran «lÃderes y defensores de DD.HH.», en tanto que 135 eran exguerrilleros. Al discriminar por año las muertes de esos 702 representantes de las comunidades, según Indepaz, se encuentra que en 2016 murieron 132; en 2017, 208; en 2018, 282; y, hasta mayo 20 del presente, 80. De los fallecidos en 2018, 169 fueron asesinados en los meses de enero a julio, correspondientes al gobierno de Santos, y 113 en los meses de agosto a diciembre, ya con Duque en el poder. Es decir, de los 702 «lÃderes» asesinados, 509 lo fueron en la administración del Nobel de paz y 193 en la de Duque.
En cuanto a los 135 exguerrilleros de las Farc que han sido asesinados se puede acotar lo mismo. Además, es una cifra baja si se compara con los —al menos—2.202 paramilitares que han sido asesinados desde su desmovilización en 2003, de acuerdo con cifras de la Agencia de Reincorporación. Y, por cierto, a nadie se le ha ocurrido catalogar a estos de «lÃderes sociales» como se ha hecho con criminales de las Farc, cuyas disidencias —valga decirlo— son las que más asesinan a sus excombatientes, según informes de la FiscalÃa.
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