23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Panorama preelectoral de Bello

 

Por Orlando Arenas Tamayo.

La ciudad necesita renovar sus políticos y su compromiso con los ciudadanos recrear un escenario ético para rectificarse y construirse con proyectos para los jóvenes, las mujeres, la primera infancia, la tercera edad y el medio ambiente.   Cumplirle a la sociedad, la promesa siempre incumplida de dirigentes y partidos políticos, a lo largo de su historia.

Nadie nos ha trazado una ruta cierta por la educación, sin el populismo becario, de educación superior con calidad y pertinencia social, sin soluciones de continuidad que trunquen la esperanza de familias y estudiantes.  Nadie un compromiso por la alimentación de la primera infancia, por la seguridad y la igualdad de nuestras mujeres para protegerlas de la violencia y la agresión sexual, por la protección de los ancianos y por el cuidado de la naturaleza.

Nuestro desarrollo urbano es una vergüenza, contamina el paisaje y devalúa nuestros predios, los ejes de la García y el Hato están perdidos para la movilidad y el solaz de nuestras gentes, la inseguridad y el pillaje son el paisaje común de nuestros barrios, el Quitasol nuestro cerro tutelar, tiene fiesta anual pero no guardianes y arde en cada año.  De atrás, hay resentimiento social debido al mal trato a nuestra población por obras ejecutadas que deterioraron nuestro entorno, Relleno Sanitario, Hospital Homo, cárcel de Bellavista, casas sin cuota inicial son algunas y ahora la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, “PTAR” cuyos olores nauseabundos contaminan y deterioran   la reserva valiosa de Niquía, en donde se asientan nuestras mejores soluciones habitacionales.

El crecimiento urbanístico es anormal y obedece a una política mediada por la corrupción de quienes detentan la planeación y las curadurías, instrumento para enriquecerse como lo han sido la iluminación y la recolección de basuras, cada patrón político con su negocio y nadie dice nada. Con razón dicen que, en Bello, “La Ética quedó reducida a una farmacia”.

En este escenario, el debate electoral 2019, propone el siguiente abanico de candidatos:  Hugo Alberto Builes Cuartas por el Conservatismo, por la U, al concejal Mauricio Mejía, el de los verdes de León Fredy Muñoz, es Felipe Restrepo con el Polo acompañándolos, el movimiento Alianza Democrática Afrocolombiana, ADA, postuló  al médico Cesar Gómez, la ASI avaló finalmente al médico German Rodríguez y Charly Cadavid, un joven estudiante de derecho, activista que promete ser alternativa, se inscribió con el aval de “Colombia Renaciente”.  Finalmente, aunque varios candidatos comenzaron buscando el aval ciudadano, el único candidato inscrito a base de firmas es William Ortega Rojas, quien recogió más de ochenta mil según parece, aunque una rúbrica no se le niega a nadie en estas materias y se dice que William tiene firmas, pero no votos.

Óscar Andrés Pérez Muñoz del Centro Democrático, tiene las llaves de la Alcaldía de Bello, pues ha logrado el respaldo de los partidos como Cambio Radical de Rodrigo Arango, de medio partido de la U con Edgar Callejas, el equipo del Mira y una serie de grupos sociales y movimientos, muchos conservadores que han dejado a los Suárez y ahora lo ha respaldado el sector liberal de Jhon Jairo Roldán con su candidato Rigoberto Arroyave, a quien muchos creían el próximo alcalde. No se olvide, además, que Oscar Andrés ya fue alcalde y tiene gran recordación de los ciudadanos y en la campaña anterior le faltaron algunos votos para lograr la victoria sobre Cesar Suárez.

Muchos buenos candidatos quedaron sobre el tintero y entre ellos vale citar a mujeres como Gloria Montoya, y Eva Inés Sánchez, a Clímaco Lopera, todos del grupo Suárez Mira que hizo poco apreciados sus nombres, a Edgar Callejas quien  hace rato hizo el curso de aspirante y está bien preparado, a Leonardo Betancur y Jhon Jairo Cardona, reconocidos dirigentes de valía que tienen mucho por hacer en nuestro municipio.